El sacerdote Eduardo Rodríguez Rodríguez, formador del seminario y delegado diocesano para la promoción de la Nueva Evangelización y de pastoral vocacional, fue el pregonero este año de la Semana Santa de La Laguna. El acto tuvo lugar este jueves en la Catedral de La Laguna con la presencia del obispo, el alcalde lagunero, el deán de la Catedral, el presidente y comité ejecutivo de la Junta de Hermandades y Cofradías.
Después de una primera parte musical en la que intervino Agustín Ramos, Silvia Díaz y la Banda de Música de San Sebastián de Tejina, Rodríguez realizó en “anuncio kerigmático” narrando su propia experiencia de fe, su personal “encuentro con el crucificado-resucitado”, al tiempo que invitó a dejarse encontrar porque también este 2017 “pasa Jesús Nazareno” por las calles y vidas de cuantos deciden acogerlo. “Cuando parece que todo acaba es cuando la Vida, con mayúsculas, se abre paso”, expresó casi al comienzo de su intervención.
A partir del relato evangélico de la curación del ciego Bartimeo, el pregonero enmarcó estos días en el Plan Pastoral y la Misión Diocesana en marcha, al tiempo que sostuvo que “lo que realmente hace ‘santa’, esta semana es poder vivir de verdad, una experiencia de ‘encuentro’. “¿Qué pregonar entonces? Que de nuevo este 2017, pasa Jesús Nazareno” –enfatizó. En este sentido recordó unos versos de Emeterio Gutiérrez Albelo: “Oh, no sabéis, oh no sabéis –aún- que cuando se le encuentra ni Él puede abandonarnos, ni se le puede abandonar ya nunca”.
Rodríguez invitó a los presentes a buscarse en las páginas del Evangelio. A identificarse con las personas que en el libro sagrado aparecen. El mismo pregonero narró su propia experiencia de encuentro con Jesucristo y de su experiencia de pertenecer a una Cofradía en la capital palmera. “A esto les invito en esta Semana Santa. A dejarnos encontrar por el Resucitado. A abrir bien los ojos para descubrirle detrás de cada paso procesional, de cada celebración, de cada persona con la que me encuentro”.
“Quisiera que este pregón sea un canto y a la vez un reto. Un canto al amor inmenso de Dios que nos se cansa de buscarnos. Un reto de renovar la fe o planteárnosla de nuevo» – subrayó, para, haciendo referencia a la imagen de este año del cartel y programa de la Semana Santa lagunera, expresar que se trata de una magnífica expresión de la resurrección. “La imagen del que está vivo, del Resucitado. Del Dios que nos grita que la muerte no ha podido con él”.
¿Cuál es el punto de apoyo en el que reposa tu vida? Se preguntó. “Para los cristianos, lo que ha cambiado nuestras vidas es saber que son eternas, que se apoyan en la Resurrección de Jesús”, para proseguir invitando esta Semana Grande a “dejarnos encontrar por el Resucitado. A abrir bien los ojos para descubrirle detrás de cada paso procesional, de cada celebración, de cada persona con la que me encuentro”.
Citando al papa Francisco recordó que es preciso apostar por una “cultura del encuentro”. “Entreguémonos más allá de los propios intereses, convenzámonos que frente a la cultura del descarte, cada uno tiene su lugar, aceptemos al otro como otro y caminemos juntos”. “Dios busca aliados. “hombres y mujeres capaces de creer en lo imposible”, que sean capaces de “creer, capaces de hacer memoria, de sentirse parte de su pueblo para cooperar con la creatividad del Espíritu”.
Por eso en esta noche, fue concluyendo Eduardo Rodríguez “te grito a ti, ciudad de La Laguna, cinco veces centenaria, ciudad de paz: Ponte tus mejores galas que Dios se hace acontecimiento. Arma tus tronos, prepara tus conciertos, haz valer tu patrimonio, levanta tus monumentos. Vuelve a pulir la cera, hermano cofrade, prepara la liturgia con esmero en los templos. Bendice a tu pueblo sacerdote, acoge al que viene de fuera y hazle sentir lagunero. Que nada se improvise, que todo haga abrir los ojos al asombro del “encuentro”.
“Lo realmente importante es la fuerza de vida del Pregonado que da sentido al pregón y hace creíble al pregonero”- subrayó- para terminar recordando una petición que el mismo había dirigido a Dios: cuando era joven: “Dios, ¡Si existes, búscame!”.
“Por eso, Ciudad de Laguna, hoy te reto: en estos días sal a la calle y mira al cielo. Y grita, grita con corazón sincero: Dios, ¡Si existes, búscame! Tal vez, como en el camino el ciego, experimentes en lo más profundo de tu alma, que es verdad, que necesitamos el “encuentro”, que esta Semana Santa pasa por tu vida, Jesús, el Nazareno”.
El presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías, Pedro López, entregó al pregonero la medalla de la JHC. En su breve intervención a partir de una afirmación del papa Francisco recordó que Cristo es ‘el hermano fuerte que se preocupa por cada uno de nosotros’, y nos dice que quien experimenta en la propia vida el amor fiel de Dios y su consuelo, está más bien obligado a permanecer cerca de los hermanos más débiles y a hacerse cargo de su fragilidad”.
López quiso trasladar estas palabras del Santo Padre sobre la fortaleza a los cofrades para animarlos a acompañar a los más necesitados y consolarlos. “Con esa fuerza, Dios nos pide ser sembradores de esperanza, sin olvidar que en algún momento nosotros mismos podremos necesitar ayuda de otros hermanos en momentos de debilidad”.
El obispo Álvarez tomó por último la palabra. Agradeció al pregonero su intervención e invitó a vivir estos días intensamente. El prelado nivariense en su carta para la Semana Santa afirma: “Os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis”, recordaba que fueron las palabras de Jesús en la Última Cena. “Nosotros estamos llamados a elegir y seguir su camino: el camino del servicio, de la donación, del olvido de uno mismo. El camino que nos pone en comunión con Dios y con los hermanos. Esta Semana Santa es el momento, poneos en camino, “buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón”.
El acto finalizó como comenzó, con una parte musical. En esta ocasión a cargo de la soprano Agnieszka Grzywacz; el contratenor Gabriel Díaz; el corneto Daniel Bernaza y el organista Diego Fernández.
