Peregrinación a Candelaria

Diócesis de Tenerife
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El Obispado de Tenerife está situado en San Cristobal de La Laguna. La jurisdicción de la diócesis comprende Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro.

De Oración por la Paz. El sábado, 20 de marzo, tendrá lugar la que comienza a ser tradicional Peregrinación a Candelaria en oración por la paz, continuando una acción pastoral iniciada en 2002 cuando el entonces Papa, Juan Pablo II, preocupado ante un posible conflicto bélico en Irak, pidió a todos los católicos que hicieran encuentros de reflexión y oración a favor de la paz. Un  acto que, como siempre – indica el Obispo Bernardo Álvarez-   “lo hacemos con el fin de despertar la conciencia de todos sobre el valor de la paz (y de los peligros que la amenazan) y, al mismo tiempo, pedir a Dios que todas las personas, familias, pueblos y naciones de la Tierra disfruten de una paz estable y duradera”. 

Los participantes partirán a las 6:00 horas, desde la parroquia de Santo Domingo, en La Laguna, hasta Caletillas donde se tiene previsto llegar alrededor de las 10:30 horas. Allí se incorporará al grupo el resto de diocesanos que lo deseen para hacer la última parte del trayecto. La Eucaristía, que estará presidida por el obispo se celebrará, en la Basílica de Nuestra Señora de Candelaria, en torno a mediodía. 

Gladys Rodríguez, responsable de la organización de esta iniciativa, ha indicado que esta jornada “lo que pretende es reflexionar sobre la importancia que tiene la paz en nuestro entorno y hacernos caer en la cuenta la necesidad urgente de orar todos juntos para que, con ello, podamos acoger de corazón, el consejo que se nos da este año en el lema de la peregrinación: “Si quieres promover la paz, protege la creación”. 

El Papa Benedicto, tituló de esta manera su mensaje para la jornada mundial de la paz. En su misiva para esa fecha indicaba, entre otras cosas, ‘que el respeto a lo que ha sido creado tiene gran importancia, puesto que «la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios», y su salvaguardia se ha hecho hoy esencial para la convivencia pacífica de la humanidad. En efecto, aunque es cierto que, a causa de la crueldad del hombre con el hombre, hay muchas amenazas a la paz y al auténtico desarrollo humano integral —guerras, conflictos internacionales y regionales, atentados terroristas y violaciones de los derechos humanos—, no son menos preocupantes los peligros causados por el descuido, e incluso por el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha dado. Por este motivo, es indispensable que la humanidad renueve y refuerce «esa alianza entre ser humano y medio ambiente que ha de ser reflejo del amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos».

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