
Elvira Larriba, directora del centro Stella Maris en Vigo, ha vivido el naufragio del pesquero gallego “Villa de Pitanxo” al lado de las familias de las víctimas
La Iglesia lleva cien años embarcada con las gentes del mar. En 14 puertos de España están amarrados los centros Stella Maris, Apostolado del Mar. 9 capellanes, 3 diáconos y 114 colaboradores y voluntarios laicos esperan a las tripulaciones que atracan en los puertos. Su objetivo, ofrecer “un hogar lejos del hogar al marino que trabaja lejos de sus familias y sus comunidades. En un año, más de 5.400 barcos visitados y más de 6.200 marinos han visitado sus centros. En total, unos 40.000 marinos mercantes y pescadores se benefician de sus visitas y sus instalaciones.
En el puerto de Vigo, desde hace algo más de un año, lleva el timón Elvira Larriba. El ancla la habían echado Cristina y Mª Carmen, capitaneando el Stella Maris durante 40 años. Elvira y 11 voluntarios continúan con la labor de humanizar la actividad portuaria y ofrecer una acción de calidad que mejore sus condiciones de vida y de trabajo.
En este momento, además, tienen una prioridad en tierra firme, que las familias de los marineros del pesquero gallego “Villa de Pitanxo”, que naufragó la madrugada del 15 de febrero en Terranova (Canadá), se sientan acogidas y respaldadas por Stella Maris.
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