El encuentro con el Papa Francisco, la visita a los dicasterios vaticanos, los desafíos de la Evangelización en España y el camino sinodal, en la entrevista dell’Osservatore Romano al arzobispo de Barcelona y presidente del episcopado español, cardenal Juan José Omella en ocasión de la visita ad limina apostolorum
Rocío Lancho García – L’Osservatore Romano
Los obispos españoles iniciaron en diciembre la visita ad limina apostolorum, en esta ocasión debido a la pandemia, divididos en cuatro grupos diferentes. El segundo grupo, formado por los prelados de las provincias eclesiásticas de Tarragona, Barcelona y Valencia concluyeron la visita con la audiencia con el Papa Francisco el viernes 14 de enero. En esta entrevista, el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, comenta algunas particularidades sobre lo vivido esta semana, destacando el clima de fraternidad que experimentaron en el encuentro con el Pontífice, que duró más de horas. Además, analiza cómo han sido los primeros meses de trabajo de las diócesis respecto al Sínodo iniciado en octubre.
Una visita ad limina marcada por la pandemia, en todos los sentidos, ya que los obispos han tenido que dividirse en grupos. ¿Cómo se han preparado para esta visita? ¿Cómo están viviendo esta particularidad?
Tenemos la suerte de que, al tener regularmente la Asamblea Plenaria, ya nos conocemos entre nosotros. En esos momentos surgen espontáneamente las preocupaciones y nos ayudamos en la reflexión. Ahora esto lo estamos haciendo con una persona más que es el Papa, en ese clima que él transmite de ser uno más dentro del grupo. Por eso nos ha parecido que era como esas reuniones que hacemos regularmente. No vienes a rendir cuentas a un tribunal que es un señor que te va a examinar a ver si puedes pasar el doctorado o no, sino que es una reflexión entre hermanos como hacemos en la Conferencia Episcopal o la provincia eclesiástica.