Día de la Iglesia Diocesana

Carta del Obispo de Tenerife con motivo del Día de la Iglesia Diocesana 2010.

Queridos hermanos en el Señor:

La celebración, el próximo 15 de noviembre, del Día de la Iglesia Diocesana, me brinda una buena ocasión de reconocer y agradecer el trabajo directo que realizan miles de personas, hombres y mujeres laicos, personas de la vida consagrada, los sacerdotes, en los distintos ámbitos de la vida de la Diócesis: en los movimientos apostólicos, en las asociaciones de fieles (hermandades,  cofradías y otras), en las tareas de la catequesis y la enseñanza religiosa escolar, en las Cáritas (diocesana, arciprestales y parroquiales), en la pastoral de la salud, en los centros penitenciarios, en los asilos y residencias de mayores, en los hospitales, en las escuelas católicas, en los consejos pastorales y de economía, en las celebraciones litúrgicas y el cuidado de las iglesias, en las procesiones en la calle, en el Seminario…

Si. Doy gracias a Dios por todos vosotros, por vuestra fe, por sentir la Iglesia como algo propio y por contribuir con el testimonio de vuestra vida, y la participación activa en su misión, a que nuestra Diócesis sea cada día más una “comunidad de fe, caridad y esperanza”.  Todos somos Iglesia y todos, cada uno según su condición, edificamos la Iglesia. Todos los ministerios, funciones y servicios son necesarios y, como en una buena familia, todos nos beneficiamos mutuamente de lo que hacen los demás.

De modo particular, les agradezco las aportaciones económicas para el sostenimiento de la Iglesia. Las colectas que se hacen en las misas para distintos fines, los donativos extraordinarios, las cuotas, las actividades benéficas (tómbolas, rifas, mercadillos, comidas, viajes, festivales…), las donaciones patrimoniales, el poner la “X” a favor de la Iglesia en la declaración de la renta… son las formas como los fieles, y quienes estiman la labor de la Iglesia contribuyen, desinteresadamente, para que la Iglesia pueda continuar haciendo el bien.

Aquí les presentamos un resumen de las cuentas del 2009, en las que pueden comprobar lo que ustedes aportaron el pasado año y en qué lo hemos empleado. Con este dinero y trabajo de todos hemos podido servir, como siempre, a miles y miles de personas. La vida y misión de la Iglesia continúa, nuestra pertenencia a la Iglesia también. Todos estamos llamados a un mayor compromiso para con nuestra Iglesia Diocesana. Cuando más aportamos mayor bien hacemos. Les invito y animo a seguir adelante —creciendo en fe, caridad y esperanza— con renovada confianza en Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

† Bernardo Álvarez Afonso
Obispo Nivariense

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