¡Cristo ha resucitado! ¡Resucitemos con Él!

 Mensaje de Pascua del Obispo Nivariense.

¡Cristo ha resucitado! ¡Resucitemos con Él!

¡Cristo ha resucitado! ¡Feliz pascua!

Cristo es nuestra esperanza, nuestra paz y nuestra vida.

¡Cristo ha resucitado! ¡Resucitemos con él!

Cristo ha resucitado de entre los muertos, ha vencido la muerte y esta victoria no sólo le ha favorecido a Él sino, también, a todos nosotros, pues —como proclamamos en la liturgia de la Iglesia— «en Él, nuestra muerte ha sido vencida y en su resurrección hemos resucitado todos». En efecto, Cristo, resucitando nos dio la posibilidad de una nueva vida.

Y no se trata solo de la vida eterna después de la muerte en este mundo sino, también, de la posibilidad de ser HOMBRES Y MUJERES NUEVOS AQUÍ Y AHORA. Personas renovadas por dentro, con un corazón grande para amar, con corazón fuerte para luchar.

Gracias a la vida nueva que nos comunica Cristo resucitado, podemos ser, como dice una canción, «hombres nuevos, luchando en esperanza, caminantes, sedientos de verdad. Hombres nuevos, amando sin fronteras, por encima de razas y lugar. Hombres nuevos, al lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan».

Después de dos mil años, Cristo sigue vivo, es contemporáneo nuestro. Fiel a su promesa sigue presente entre nosotros, entregándose a sí mismo por la Iglesia, para purificarnos y santificarnos. Él no cesa de animarnos y renovarnos por su Espíritu hasta que cada uno alcancemos la victoria final sobre el mal. También a nosotros, como nos cuenta de sí mismo el apóstol Juan en el Apocalipsis, Cristo nos pone la mano sobre el hombro y nos dice «No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos» (Apoc. 1,17-18).

Cristo resucitado camina delante de nosotros hacia los cielos nuevos y la tierra nueva en la que habite la justicia, en la que finalmente viviremos como una sola familia, hijos del mismo Padre. Él está con nosotros hasta el fin de los tiempos. Por eso, los que creemos en Él, aunque andemos por «cañadas oscuras» experimentando las contrariedades de la vida, no tenemos miedo ni nos desanimamos. Aún sin verlo, seguimos caminando guiados por la fe.

Con toda confianza vayamos tras de Cristo. Él es nuestra esperanza en un mundo herido por muchos sufrimientos pero, al mismo tiempo un mundo, también lleno de grandes posibilidades que podremos desarrollar con renovados ánimos cuando tenemos la certeza de que, si obramos el bien, Dios hace prósperas las obras de nuestras manos.

En nuestro corazón hay alegría y dolor; en nuestro rostro, sonrisas y lágrimas. Así es la realidad que nos toca vivir ahora y siempre. Pero Cristo ha resucitado, está vivo y camina con nosotros. Por eso, aún en medio de las tribulaciones, POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, seguimos trabajando sin desfallecer por la construcción de un mundo en el que todos podamos vivir como hermanos, hijos de un mismo Dios y Padre.

¡Cristo ha resucitado! ¡Resucitemos con él!

¡Cristo ha resucitado! ¡Feliz pascua!

Bernardo Álvarez Afonso

Obispo Nivariense

Contenido relacionado

Enlaces de interés