Bajada de la Virgen de los Reyes

Saludo del Obispo de Tenerife, Mons. Bernardo Álvarez, a los herreros con motivo de la bajada de la Virgen de los Reyes.

Queridos herreños y devotos de la Virgen María de los Reyes, nuestra Madre Amada:

Sirva esta breve carta para anunciarles, oficialmente y con gran alegría, que en este año 2013 tendrá lugar la LXVIII Bajada de la Virgen de los Reyes desde la Dehesa, en el municipio de La Frontera, hasta la Villa de Valverde y la posterior peregrinación de la Venerada Imagen por las parroquias de la isla de El Hierro.

Como viene ocurriendo desde hace 273 años, «La Bajada» es el acontecimiento religioso más importante de cuantos tienen lugar en El Hierro y es la expresión viva del constante amor y devoción que los herreños tienen a su «Madre Amada», la Virgen María de los Reyes, a la que honran como su patrona y protectora con gran fervor y entusiasmo.

Se da en esta ocasión la feliz coincidencia de que la Bajada tiene lugar en el Año de la Fe, proclamado así para toda la Iglesia por el Papa Benedicto XVI, que se inició el pasado 11 de octubre y concluirá el 24 de noviembre de 2013. Un año en el que debemos descubrir el valor y significado de la fe, ese regalo que recibimos en el bautismo y que es necesario acoger, cultivar y testimoniar. Un Año para profundizar en el significado de todo lo que creemos, celebramos y rezamos y en sus implicaciones para nuestra vida.

En la Virgen María tenemos el modelo más perfecto de lo que significa creer. Ella es la mujer insigne por su fe: Isabel, su prima, la proclamó dichosa porque había creído el mensaje divino (Lc. 1,45); por la fe concibió al Hijo de Dios engendrado en su seno por el poder del Espíritu Santo (Lc. 1,35); apoyada en la fe siguió a Jesús y soportó su muerte junto a la cruz (Jn. 19,25-27); movida por la fe creyó que Él resucitaría y orando junto con los Apóstoles esperó la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés (Hech. 1,14). Ella «la virgen creyente» porque acogió con fe la Palabra de Dios y la puso en práctica es, también, nuestra Madre celestial que sostiene y protege la fe de sus hijos.

Por eso, acogiendo la propuesta de la «Fundación Virgen de los Reyes», para la Bajada de este año hemos elegido este lema: «María, camino de fe y esperanza». «MARÍA», porque ella es el centro de nuestra fiesta y es para ella, «la Madre Amada», nuestro honor y nuestro amor. «CAMINO», porque en El Hierro hay un camino histórico: «el Camino de la Virgen». Es la Patrona la que da nombre y categoría a este camino, testigo visible de la fe de los herreños que en los tres últimos siglos lo han transitado llevando en procesión a la venerada imagen de la Virgen de los Reyes. Así, el «Camino de la Virgen», además de ser un itinerario físico para ir de la Ermita de la Dehesa a la iglesia Matriz de la Concepción de Valverde, es también signo de un «camino espiritual», el camino de la «FE Y ESPERANZA» que cada cristiano debe recorrer durante su vida en la tierra.

Les invito, por tanto, a celebrar la 68 Bajada de la Virgen de los Reyes con la mirada puesta en «María, camino de fe y esperanza». Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, fue llevada al cielo en cuerpo y alma. Allí reina gloriosa junto a su hijo Jesucristo y, desde allí, actúa misteriosamente en la tierra mostrando a sus hijos el camino de la verdad. Dejémonos iluminar el ejemplo de su vida, vivamos como ella en el amor y la obediencia a Dios, y no dejemos de pedirle con insistencia que interceda por nosotros para que Dios nos mantenga, durante esta vida, firmes en la fe, alegres por la esperanza y diligentes en el amor.

Los herreños hacen gala de tener a la Virgen de los Reyes como su Patrona y protectora. No pierden ocasión para expresar su amor de hijos a la Madre Amada, particularmente en los años de Bajada. Hay que estar atentos para que este amor y devoción a la Virgen se viva cada vez con mayor intensidad y autenticidad. Hay que procurar que se acreciente en todos la confianza en el poder de intercesión de la Virgen María ante su Hijo, sabiendo que como Madre cubre con su amor nuestras pobrezas y miserias materiales y espirituales, que está atenta a las necesidades de los afligidos y escucha las plegarias de sus hijos. Ella, con el ejemplo de su vida y con su intercesión, es el camino seguro que nos lleva a Cristo. Este sentimiento espiritual debe cultivarse por encima de todo, para poder vivir y transmitir a las nuevas generaciones la secular devoción de los herreños a la Madre Amada de los Reyes.

Esto supone, también, evitar algunas actitudes y comportamientos que –a veces- rodean la Bajada de la Virgen de los Reyes y que, cuando no se logran erradicar, desdicen del honor que se debe a la Virgen María, atentan contra la dignidad de los verdaderos devotos, que son la mayoría de los herreños, y son una mala herencia para los que están llamados a prolongar «la verdad de la Bajada» en el futuro. Es un escándalo y un anti testimonio que quienes dicen honrar a la Virgen conviertan la Bajada en ocasión de división y enfrentamiento en torno a la Madre de todos. San Pablo nos dice a los cristianos, «nada hagáis por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismo, buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás» (Filp. 2,3-4) y, también, «quiero, pues, oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos limpias, sin ira ni divisiones» (1Tim. 2,8).

Ya el Papa Pablo VI, en relación con el culto a la Virgen María, lamentaba «la vana credulidad que sustituye el empeño serio con la fácil aplicación a prácticas externas solamente; el estéril y pasajero movimiento del sentimiento, tan ajeno al estilo del Evangelio que exige obras perseverantes y activas. Tales prácticas no están en armonía con la fe católica y por consiguiente no deben subsistir en el culto católico». Y nos invitaba a tener en cuenta estas palabras del Concilio Vaticano II, del cual estamos celebrando el 50 aniversario: «Recuerden, pues, los fieles que la verdadera devoción no consiste ni en un afecto estéril y transitorio, ni en vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera, por la que somos conducidos a conocer la excelencia de la Madre de Dios y somos alentados a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes» (LG. 67).

En fin, hermanos y amigos herreños y cuantos sienten devoción por la Patrona de El Hierro, Ntra. Sra. de los Reyes, sólo faltan unos meses para la Bajada y estamos todos invitados a preparar este gran acontecimiento, por fuera y por dentro. Por mi parte les adelanto dos asuntos importantes. El primero tendrá lugar el día 6 de enero en la Dehesa. Allí, acogiendo la petición formulada por la Fundación Virgen de los Reyes, me dispongo a firmar un decreto por el que, conforme al Derecho Canónico y con mi autoridad de Obispo, constituyo oficialmente la ermita que acoge la imagen de la Virgen, en SANTUARIO DE NTRA. SRA. DE LOS REYES. El segundo asunto es comunicarles mi propósito de hacer la VISITA PASTORAL a toda la isla de El Hierro en la próxima Cuaresma, con la intención conocerles más de cerca y alentarles en el camino de la fe.

Dispongamos nuestro corazón y lo mejor de nosotros mismos para celebrar con renovada fe y entusiasmo la Bajada de la Virgen de 2013 y no dejemos de encomendarnos a Nuestra Señora:

María, «feliz porque has creído».

Confórtanos con tu ejemplo y

consigue para nosotros la firmeza de la fe.

Y, también, oh María, pedimos,

a tu ejemplo y a tu intercesión, la esperanza.

Sí, tenemos necesidad de esperanza y acudimos a ti,

«vida dulzura y esperanza nuestra».

María, ilumínanos con tu fulgor.

Tus fiestas son gozo y armonía para el mundo,

que tu Bajada sea alegría y esperanza para todos.

Para ti, Madre Amada de los Reyes,

nuestro honor y nuestro amor.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,

Para
que seamos dignos de alcanzar las promesas

De nuestro Señor Jesucristo. Amén

Con mi afecto y la bendición del Señor para todos, les deseo un Feliz Año de Bajada de la Virgen.

Bernardo Álvarez Afonso

Obispo Nivariense

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