Nuestra diócesis ha celebrado este Domingo de la Alegría con especial regocijo, ya que, desde la tarde de este 14 de diciembre, cuenta con cuatro nuevos diáconos permanentes: Francisco Javier Afonso, Francisco David Sosa, Miguel Ángel Delgado y Michel Romano.
La celebración estuvo presidida por el obispo Nivariense, Eloy Santiago, en la Catedral de La Laguna.
El prelado Nivariense comenzó su homilía haciendo referencia a la alegría que da sentido a este tercer domingo de Adviento, también conocido como “Gaudete”. “En nuestra Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, a esta alegría por la cercanía del Señor, se suma hoy, en el contexto de este año jubilar de la esperanza, otra alegría singular que es signo de vitalidad de nuestra Iglesia: la ordenación diaconal de estos cuatro hombres casados que han sentido, desde su vida matrimonial y profesional, una ulterior llamada en su vocación bautismal a una especial consagración al Señor en el ministerio del diaconado, como ministerio permanente, tal y como fue restaurado en la vida de la Iglesia por el concilio Vaticano II de cuya clausura hemos celebrado recientemente el 60 aniversario”.
Santiago añadió que este “sí” generoso al Señor supone aceptar la voluntad de Dios sin miedo y dio gracias por el apoyo familiar para que esta vocación fructifique. “En el caso de ustedes el sí de cada uno ha estado respaldado por sus familias, que no sólo respetan su decisión de ser ordenados diáconos al servicio de la Iglesia, sino que los animan a vivir este ministerio conociendo las obligaciones y compromisos que adquieren. Por eso nuestra gratitud a ustedes por su respuesta afirmativa a la llamada de Dios se extiende también a sus queridas familias que los han acompañado en el proceso de discernimiento y lo seguirán haciendo ahora en su ministerio en favor del Pueblo de Dios”.
El obispo recordó que, con esta ordenación, los nuevos diáconos quedan configurados con Jesucristo siervo, servidor, aquel que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida. Asimismo, indicó que entre los diferentes servicios, una de las tareas principales en el ejercicio del diaconado debe ser la atención a los pobres. “En esta sociedad actual donde tantas inquietudes y temores asaltan al ser humano debilitándolos y a no pocos cristianos los lleva incluso a vacilar en la fe… el Señor los envía a ustedes para dar una palabra de fortaleza y de esperanza, una palabra que es Cristo, la Palabra hecha carne, nuestra única esperanza, como estamos celebrando y recordando en este año jubilar”.
Monseñor Santiago también hizo hincapié en la importancia del anuncio de la Palabra. “Tanto a ustedes como a nosotros, se nos invita a tener experiencia de Jesús, a verlo y oírlo, para así poder ir y anunciarlo a los hermanos que nunca han conocido ni han tenido un encuentro con el Señor”.
Por último, el obispo Nivariense, dirigiéndose directamente a los nuevos diáconos, expresó que en este nuevo camino que emprenden será muy importante la paciencia y la obediencia. “Vivir la caridad fraterna también requiere paciencia y, sobre todo, capacidad de aceptación gozosa del otro, no cayendo en la tentación de la queja, muchas veces estéril”.
Al término de la celebración el obispo felicitó a los nuevos diáconos, así como a sus familias que tan vinculadas han de estar al ministerio que hoy comienza.
