
Una presencia de la patrona palmera en cada uno de los municipios de la isla enmarcada en el Jubileo Universal que vive la Iglesia y para llevar consuelo y esperanza, sobre todo, a las zonas especialmente afectadas por el volcán Tajogaite.
Santa Cruz de La Palma la despidió con una eucaristía en la parroquia de El Salvador presidida por el vicario general, Víctor Álvarez, y un entrañable acto junto al barco de la Virgen. Después, camino ya del santuario, parada en el centro de mayores de la Dehesa y en Velhoco.
En el pórtico del templo mariano música de la tierra y breve acto oficial de bienvenida y para dar gracias por lo vivido.
La Virgen entró en su casa con la alegría y emoción de las personas que estaban presentes y de cuantos han hecho posible estos 22 días de peregrinación de consuelo y esperanza.
Para el delegado episcopal de la Visita y rector del santuario, Fernando Lorenzo Matías, todos los momentos han sido «especiales y bonitos», pero ha destacado el paso por Todoque, sepultado por el volcán de Tajogaite, y el cementerio de Las Manchas, parcialmente cubierto por las coladas: «Aquel fue un momento para mí tremendamente emocionante y para la gente», ha confesado, recordando las palabras de los habitantes que esperan reconstruir la zona.

Foto: Iván Rodríguez

