El Colegio Santo Domingo de Guzmán ha recibido esta distinción de su ciudad. El colegio Santo Domingo de Guzmán, conocido como ’La Palmita’, recibió ayer la máxima distinción de la ciudad, su Medalla de Oro, en la conmemoración del centenario de la fundación del centro y en un pleno extraordinario donde se dio cuenta de los méritos de 100 años de trabajo ininterrumpido y del agradecimiento de la comunidad educativa que a lo largo de esta centuria han contribuido a mantener "uno de los símbolos más concretos de la historia de la ciudad".
Así lo expresó el alcalde capitalino, Juan Ramón Felipe, que subrayó la labor docente de los que han sido "predicadores de acentuado carácter democrático" en un reconocimiento por su labor desinteresada, atemporal y constante. El pleno extraordinario celebrado reconoció, y así lo expresó el alcalde, que el centenario del Colegio "compromete a la ciudad entera, y me atrevería a decir que a toda la isla de La Palma".
La máxima autoridad de la congregación religiosa de las Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia, la madre priora general Pino Batista, acompañada por sus hermanas, así como una representación de todos los estamentos sociales estaban presentes en este entrañable acto, que ha venido precedido y se continuará en distintas actividades organizadas con ocasión de tan importante efemérides.
El colegio de La Palmita, como se le conoce popularmente, abrió sus puertas con 13 alumnas en mayo de 1908. Hoy, cien años después, el centro cuenta con 665 alumnos de entre 3 y 16 años de edad, "unas 500 familias"
Por su parte, la directora del centro, la madre Olga Bolaños, evocó el recuerdo de "los que en su día hicieron posible el nacimiento de La Palmita". La madre María Pilar, fundadora del centro educativo, José Cueto, fundador de las Madres Dominicas en Canarias, y Domingo Cáceres Kábana, que donó el suelo donde hoy se asienta el Colegio Santo Domingo de Guzmán, fueron especialmente recordados por Bolaños, quien señaló que las señas de identidad del colegio "estaban y están marcadas por el estilo de Santo Domingo de Guzmán. Que este galardón que hoy se nos entrega -subrayó- sirva, no sólo para sentirnos satisfechos y orgullosos por el buen hacer de estos 100 años de historia, sino para que sea un motivo más para continuar de forma entusiasta con una de las profesiones más hermosas: la enseñanza".