En torno a un centenar de jóvenes y agentes de pastoral, participaron este pasado domingo 23 de septiembre, en el Encuentro de Pastoral Juvenil Vocacional que se desarrolló en el Seminario Diocesano. Una cita que contó con presencia de monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, país que acogerá en enero la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El objetivo de esta iniciativa fue crear un espacio de reflexión sobre la pastoral juvenil-vocacional en nuestra diócesis. Tras la acogida, monseñor Ulloa ofreció una charla en la que hizo hincapié en la paradoja de la importancia de la pequeñez para hacer grandes cosas. Por otro lado, destacó el papel de María en la fe de los cristianos e indicó que cuando supo que Panamá iba a ser la sede de la próxima JMJ, su primer pensamiento fue: “Esta Jornada Mundial de la Juventud tiene que ser una jornada mariana. Y así se lo hicimos ver al Santo Padre”. Por eso, el lema para celebrar esta esperada cita es “He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).
Tras la ponencia inicial, los agentes de pastoral pudieron compartir un tiempo de mesa redonda junto al prelado panameño y nuestro obispo nivariense. Por su parte, los jóvenes pasaron al salón de invierno del Seminario para conocer, de primera mano, la nueva delegación de Pastoral Juvenil-Vocacional, y algunas de las iniciativas que se les ofertan. Entre ellas: El Proyecto Wasting, Taizé (Encuentro Europeo que se celebra este año en Madrid, del 28 de diciembre al 1 de enero.Y Taizé Francia, la primera semana de agosto), Camino de Santiago (última semana de julio), una experiencia de voluntariado en La Laguna, A solas con Dios y la Semana de Cine Espiritual.
Seguidamente, los participantes disfrutaron de un momento distendido en el que algunos jóvenes se animaron con cantos. El encuentro se reanudó repitiendo los dos anteriores momentos, pero en esta ocasión los agentes de pastoral pasaron a conocer la nueva delegación y, los jóvenes, compartieron un tiempo de reflexión y preguntas junto a monseñor Ulloa y el prelado nivariense.
Tras el almuerzo, se pudo disfrutar de un concierto y celebrar la Eucaristía con la que culminó la jornada. Al término de la misa, el arzobispo de Panamá hizo entrega al obispo Bernardo Álvarez, de una medalla de Santa María la Antigua, patrona de su país. De igual modo, nuestro obispo quiso obsequiar al arzobispo panameño, como muestra de agradecimiento por su presencia estos días en nuestra diócesis, con unos libros que recogen diversos aspectos de la idiosincrasia de nuestra tierra.
Monseñor Ulloa valoró la jornada como una experiencia muy positiva e iluminadora. “Creo que estamos en la hora de la juventud. Es muy importante ayudarlos a que descubran su verdadera vocación, ese camino de felicidad plena al que están llamados como bautizados”, indicó el arzobispo. Por otra parte, Ulloa añadió que esta experiencia le ha servido para descubrir que estamos unidos como Iglesia. “Las inquietudes, las respuestas, los sueños, son idénticos a los de la Iglesia en Panamá. El Espíritu es quien nos mueve y quien nos ayuda a adecuar nuestro hacer pastoral a los nuevos tiempos”.