Antes de las cinco de la mañana del dos de agosto, comenzaba la Venia del grupo de bailarines de Valverde y la posterior Misa presidida por el obispo, Eloy Santiago, para dar inicio a la Subida de la Madre Amada hasta su morada habitual en la ermita de la Dehesa.
Se trata de un día lleno de emoción y alegría, no exenta de cierta nostalgia porque la patrona retornará a la parroquia de la Concepción en 2029. El prelado nivariense en la homilía quiso unir tres aspectos esenciales presentes en esta LXXI edición de la Bajada de la Virgen de los Reyes; a saber: El lema eclesial elegido «aquí estoy» para señalar que «la Virgen María sigue con nosotros, no se va, continúa caminando con el pueblo herreño y con toda la humanidad». El jubileo de la esperanza. En comunión con toda la Iglesia somos invitados a ser peregrinos de esperanza- dijo el obispo- anclados en aquel que es la esperanza que no defrauda, Jesús, el hijo de María. Y en tercer lugar, la alegría, exhortando a los presentes en el templo de la Concepción a ser discípulos misioneros de la alegría del evangelio para lo cual hay que acoger y dejar crecer a Jesús en la vida de cada uno.
Antes del alba y acompañada de bailarines y numerosos devotos, la Virgen inició su retorno a la Dehesa por las calles empinadas de la Villa hasta llegar a la Cueva de Lemus, lugar emblemático en la historia de fe y amor de esta devoción varias veces centenaria. Allí el alcalde, Carlos Brito, despidió oficialmente a la patrona hasta la próxima Bajada, simbolizando esta realidad en la retirada del Bastón de Mando que había recibido el día de su llegada.
La imagen de la Virgen reemprendió su marcha. La comitiva fue pasando por Tiñor, la Raya de Tejegüete, la de cuatro esquinas donde la parada fue más larga para realizar el desayuno.
A partir de Tejegüete, La Subida ha continuado marcada por un tiempo fresco para esta época y la presencia de neblina. Miles de personas han aprovechado el aire fresco para acompañar a la Virgen de Los Reyes en los primeros 17 kilómetros del Camino en su regreso a su morada habitual en el Santuario de La Dehesa.
Los traspasos de la imagen entre los distintos pueblos en sus correspondientes “rayas” se han llevado a cabo sin incidencias y con mucha carga emotiva ante esta despedida de la Madre Amada hasta el 2029, cuando se llevará a cabo una nueva edición de La Bajada de la Virgen de Los Reyes.
Sobre las 14:00 llegaba la imagen al centro neurálgico del recorrido en la Cruz de Los Reyes acompañada por El Pinar y numerosos tocadores y bailarines de otros pueblos que quieren acompañarla a lo largo de toda la jornada. Sobre las 20 horas se espera que la imagen de la madre amada llegue a la Dehesa.
