La imagen de Nuestra Señora de Las Nieves «visitó» por vez primera el interior del Centro Peniteniario de La Palma en el marco de la procesión general por la zona sur de la capital de la isla. Fue un momento de gran intensidad emocional. La patrona fue introducida en el recinto penitenciario acompañada por un reducido número de personas. Los internos le dedicaron dos canciones y numerosos Vivas. También las internas pudieron experimentar la cercanía de la Madre de Las Nieves. En el resumen sonoro de nuestro canal ivoox pueden escuchar el canto en el interior de la cárcel.
En la tarde del sábado, 25 de julio, la imagen de Ntra. Sra. de las Nieves, acompañada por la Santa Cruz (patrona de la ciudad) y la imagen de San Miguel Arcángel (patrón de la isla), salía del templo de El Salvador en la procesión general hacía la zona sur de la capital palmera. Antes, se celebró la Eucaristía presidida por Antonio Pérez vicario general de la Diócesis quien destacó en la homilía la importancia de purificar la fe y las motivaciones del seguimiento de Jesús para ser testigos como María y el Apóstol Santiago.
Las manifestaciones espontáneas de devoción a través del recorrido, las paradas ante algunos domicilios de personas enfermas y los momentos de oración breves acompañados del canto, se fueron sucediendo: la ermita de San Sebastián, el templo de Santo Domingo y la capilla de la Portería… Y junto a ello, dos instantes de especial significación: la visita al recinto penitenciario y al cementerio de la ciudad.
Se dio la circunstancia que por primera vez la imagen sagrada entró en el centro penitenciario. Allí, los ojos iluminados de los hermanos y hermanas internos parecían musitar una súplica: «¡Míranos, María!» Dos canciones marianas dedicadas por los propios internos y los «vivas» resonaron en las instalaciones, cuando ya caía la tarde.
Posteriormente, la imagen de la patrona portada por los custodios hizo su entrada en el cementerio capitalino. El responso, acompañado de la canción «tú eres la esperanza que a nosotros en forma de mujer mandó el Señor» y el toque de oración: la suplica llena de fe y esperanza en la resurrección.
Sobre las diez de la noche, la imagen de la patrona de la isla, llegó a la iglesia de la Luz, desde donde se divisa gran parte de la ciudad y donde se volvieron a repetir, en forma de canto, alabanzas agradecidas a la persona viva de María, que creó nuevamente un espacio de sosiego y paz, indispensables para el encuentro con Dios. Desde La Luz, la procesión retornó a la parroquia de El Salvador cinco horas después de su salida. En el templo que acoge a la sagrada imagen desde su Bajada se puso fin a esta jornada con la celebración de la Eucarística.