Este pasado sábado 18 de enero, la iglesia de El Dulce Nombre de Jesús, en La Guancha, acogió una ofrenda floral a la patrona, la Virgen de la Esperanza, y se presentó el cartel de la Bajada
En Noviembre de este año, se celebrará la X Bajada de la Virgen de la Esperanza, patrona del municipio, hasta el barrio de Santa Catalina. Una cita muy esperada ya que la Bajada de 2020 tuvo que cancelarse debido a la pandemia del COVID-19.
El pasado sábado 18 de enero, después de la Misa en honor a la Virgen de La Esperanza, se dio a conocer el cartel de la presente edición. Además, durante la celebración de la Eucaristía, cantada por la Coral Polifónica Pedro Fuentes López de Los Realejos, varios representantes de la comisión de fiestas del barrio costero, realizaron una ofrenda floral a la patrona. Terminada la Misa tuvo lugar la procesión por el casco del municipio con la participación de la Agrupación Musical La Esperanza, de La Guancha, y la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Bautista, de La Orotava.
Origen de la Bajada
Tenemos que remontarnos a 1975 para conocer el origen de esta tradición. En este año, cuando las conexiones a través de carretera, para unir el casco urbano con el barrio de Santa Catalina, debían aún realizarse por los pueblos vecinos de San Juan de la Rambla o de Icod de los Vinos, la Virgen de la Esperanza, patrona del municipio, realizó una visita a todos los barrios con motivo de la celebración del Año Mariano, siendo párroco local D. Octavio Hernández García.
Desde aquel año y a pesar de los problemas que suponía tener que pasar por otros pueblos, para volver a repetir aquella emotiva visita, los vecinos de Santa Catalina, empujados por la fe, manifestaron su ilusión de repetir el evento cada lustro e iniciaron entonces las conversaciones oportunas con los responsables de la comunidad parroquial, para volver a repetirla. Ya en el año 1980, se desarrolla la primera visita, al barrio de Santa Catalina, exclusivamente. Las sucesivas bajadas después de esta fecha, se han ido celebrando, aunque no sin sortear diversos inconvenientes relacionados con el mal tiempo del mes de noviembre o en algunas ocasiones, salvando numerosos obstáculos que se presentaban por la complicación que suponía el mero traslado de la imagen. Fue en el año 2000, cuando la comisión de fiestas del barrio, consigue que se institucionalice el evento y se convierta en una tradición a celebrar cada cinco años.
(Fotos: Ayuntamiento de La Guancha)