Juan Carlos Díaz recibió este pasado domingo 28 de enero, en la parroquia de San Pedro de Güímar, la admisión al diaconado permanente. Nacido en Santa Cruz de Tenerife, Díaz está vinculado a la parroquia de Santa María Madre de Jesús, en El Cardonal. En los últimos tres años, ha tenido como destino pastoral las comunidades parroquiales de Güímar.
La celebración estuvo presidida por el Obispo. Durante su homilía, el prelado recordó que la vocación al diaconado es una vocación al servicio. “La palabra ‘diácono’ significa ‘servidor’. Por eso, el diácono, de alguna manera, tiene que representar a Cristo siguiendo sus palabras: El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate de muchos. El trabajo del diácono lo hace en nombre de Cristo, como un testimonio del amor y de la presencia de Dios en medio de la comunidad”.
En este sentido, el monseñor Álvarez indicó que el trabajo de Juan Carlos en la parroquia no es un trabajo individual por cuenta propia, sino que es Dios quien nos sirve por medio de su persona. “Sé que se está ocupando de un grupo de jóvenes, animando y acompañando a las hermandades de la parroquia, etc. Ahí es donde vemos como Cristo nos sirve”.
Cabe recordar que el diaconado es uno de los grados del sacramento del Orden sacerdotal. Lo reciben los obispos, los presbíteros y los diáconos. El diácono recibe el sacramento para ser signo e instrumento de Cristo servidor.