La Inmaculada es la fiesta en la que se expresa lo que Dios quiere hacer con toda la humanidad.
El Obispo ha presidido este día de la Inmaculada la Eucaristía que emitió la 2 de TVE, para toda España, desde la parroquia lagunera de Sto. Domingo. Otro tanto hizo en la Sede Catedral. En la homilía de las celebraciones Bernardo Álvarez invitó a los presentes a preguntarse si: «¿queremos lo que Dios quiere?».
El prelado nivariense inició su intervención con el Ave María Purísima a lo que los fieles respondieron con el conocido: Sin pecado Concebida. De este modo señaló que este precisamente era el motivo de la fiesta, la manifestación del poder de Dios que preservó a María de todo pecado. Comenzamos el Creo -indicó- diciendo: Creo en Dios Todopoderoso. Dios lo puede todo. Así lo dice la Escritura. Pero hay algo que puede interponerse al poder de divino: La libertad humana. Misterio de fe, gracia y pecado. Dios – prosiguió- nos quiere santos e irreprochables ante Dios por el amor. La solemnidad de la Inmaculada es la fiesta en la que se refleja lo que Dios quiere hacer con toda la humanidad, lo cual ya se ha cumplido en María. El poder de Dios lo ha hecho posible.
Bernardo Álvarez reflexionó sobre el hecho de que Jesús es el modelo de obediencia. Adán no quiso lo que Dios quería. Así, también María es modelo e intercesora. Desde esta realidad se preguntó: ¿Queremos lo que Dios quiere? para concluir, como empezó, confesando: Creo en Dios padre Todopoderoso.
En el reportaje previo al programa de TVE ‘El Día del Señor’ se realiza un sintético repaso de la historia de la ciudad de S. Cristóbal de La Laguna, presentando, sobre todo, los templos de La Concepción y de Sto. Domingo.