“Hecho en Canarias”. Con esa etiqueta se fraguó a fuego lento el II Encuentro Diocesano de Música Católica.
Como si de un programa del conocido concurso «MasterChef» se tratara, este pasado sábado día 29, día de San Pedro y San Pablo, se reunía un nutrido grupo de evangelizadores que usan la música como vehículo para la construcción del Reino.
El Encuentro tuvo un rato de café, en el que se compartieron risas y anécdotas, según iban llegando los asistentes. Pero rápidamente llego el primer plato, las palabras de acogida y ánimo del delegado diocesano para la Nueva Evangelización, Eduardo Rodríguez. «Sientan el apoyo y el abrazo de la Iglesia diocesana», les dijo.
Como plato principal, un contundente trabajo en grupos y puesta en común con intervenciones musicales, guiado por el diácono y cantautor Alejandro Abrante. Salteado con ideas frescas sobre el devenir de la música católica en nuestra tierra y sazonado con propuestas musicales llenas de sabor para esta Iglesia local.
El postre, fue sin duda, una exquisitez. Durante algo más de hora y media, el público asistente, pudo emocionarse y orar con David Benedicto y Rebeca Benedicto, del Camino Neocatecumenal, Antonio Rodríguez, con Paco Sosa y Loli, de la Renovación Carismática Católica, con Vanesa Quintana Mulet y D2en2, de la comunidad de Claretianos del Pilar, con músicos venidos de diferentes parroquias de la isla de Tenerife como Jesús y Bea, Marian, Vero y Claudia, el diácono Arturo Hernández y la misionera lagunera Luisi.
Un elenco de música y color con el que disfrutamos y nos ilusionamos con las voces, las letras y el carisma de un producto local. Un regalo del Señor para nuestra Iglesia Nivariense.
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