Lleva por título «María y es la nieve de su nieve, favor, esmalte y matiz».
CajaCanarias inaugura a las 20:30 horas de este viernes, día 25 de junio, en su Espacio Cultural Rafael Daranas de Santa Cruz de La Palma, un maga exposición dedicada a la Virgen de las Nieves, patrona de la Isla de la Palma, que tiene por título "María y es la nieve de su nieve, favor, esmalte y matiz".
La muestra, organizada con motivo de la LXVII Bajada de la Virgen, pertenece a los actos conmemorativos del Centenario de la fundación de la Caja General de Ahorros de Canarias y reúne un total de cincuenta obras, pinturas, esculturas, fotografías, piezas textiles y de platería, joyas y documentos, que ilustran al visitante sobre el culto tributado a esta venerada imagen a lo largo de la historia.
La instalación ha sido promovida por la Obra Social y Cultural de la entidad de ahorro en colaboración con los obispados Nivariense y Canariense, el Patronato de la Bajada de La Virgen de Las Nieves de Santa Cruz de La Palma, el Cabildo y el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma.
Esta irrepetible y excepcional colección de obras, piezas y documentos singulares podrá contemplarse hasta el próximo día 31 de agosto, en horario de 9:30 a 13:30 y de 17 a 20, de lunes a viernes, así como los sábados de 10 a 13:30 horas.
Diversidad de orígenes
Las obras expuestas proceden, además de las dos diócesis canarias, de coleccionistas particulares y de varios artistas contemporáneos, que se han sumado en esta ocasión para ofrecer su particular visión de esta imagen religiosa, de su culto y devoción.
El comisario de la exposición, Ricardo Suárez Acosta, indica que "la concepción de esta exposición responde a un criterio globalizador, que ante todo busca la creación de un vínculo entre varias disciplinas de estudio: la iconografía, la joyería, la etnografía y la teoría y crítica literarias".
La muestra ofrece, desde una óptica religiosa, artística y etnográfica, y a partir de obras de arte pictóricas, escultóricas, textiles y de documentos literarios y gráficos, una completa semblanza de la Patrona de La Palma: su papel redentor en las erupciones volcánicas de la isla; sus vínculos con el mundo marino y sus intervenciones milagrosas; los códigos iconográficos bajo los que se representa pictóricamente su imagen; o la coronación y su envoltorio formal mediante las joyas que adornan la imagen palmera.
Asimismo, la exposición presta atención igualmente a otros aspectos como la Bajada de la Virgen, la Esclavitud de Nuestra Señora, el Santuario, las romerías y otras manifestaciones del fervor popular hacia esta venerada imagen.
Además, esta monográfica también da cabida a las expresiones actuales que diferentes creadores contemporáneos han ofrecido sobre la imagen de la Virgen de las Nieves, reinterpretando las claves imaginarias de sus orígenes y de su significado estético actual.
Con esta muestra, CajaCanarias persigue acercar aún más a la sociedad, si cabe, a la historia y el culto de una imagen cuya exaltación discurre, cada cinco años, en unas fiestas que cuentan con un extenso programa de actos lúdicos y espectaculares que llenan las calles y plazas de Santa Cruz de La Palma.
La exposición está dividida en cinco secciones: "Virgíneo pudor", sobre las veras efigies de la Virgen de las Nieves; "Imperial Señora Nuestra", acerca del vestuario y el joyero de la Virgen; "De tanto corazón la fe rendida", sobre la Virgen y la cultura popular; "En el alma escribí y amor la pluma dio", sobre la Virgen y su literatura hasta 1900; y "La visión contemporánea de la Virgen de La Palma".
"Virgíneo pudor"
Como en un caleidoscopio, en la sección "Virgíneo pudor" se aprecia como la imagen de María se ha mostrado multiplicada a lo largo de la historia adoptando formas reconocibles y familiares. Sus representaciones han cumplido la doble misión de hacer cercano lo trascendente y, a la vez, constituirse en emblemas para distintos grupos humanos identificados con ellas.
El afecto por ciertas esculturas sagradas se concretó, sobre todo a partir del siglo XVI, en el gusto por poseer pinturas y estampas en las que quedaran retratadas. Éste es el sustrato religioso de un género pictórico, el de los verdaderos retratos o veras efigies, definido por la pretendida fidelidad respecto del modelo: principalmente imágenes marianas revestidas, enjoyadas y entronizadas en sus altares.
A pesar de su extraordinaria difusión y de su arraigo entre los fieles, su estudio ha permanecido marginado hasta no hace mucho tiempo, quizá por entenderse que lo devocional había primado sobre lo puramente artístico. Nuevas propuestas y corrientes metodológicas han contribuido a revalorizar estas manifestaciones plásticas que, aunque obedecen a unas premisas y objetivos comunes, adquieren en cada ámbito o territorio formas propias e interés particular.
"Imperial Señora Nuestra"
El segundo apartado de la muestra pone de relieve como el devoto instinto de adornar con mantos y aún con vestidos las imágenes religiosas es anterior al mismo cristianismo. En Atenas, durante las grandes panateneas, un cortejo de jóvenes efebos ofrecían a la diosa Atenea el nuevo peplos o túnica sagrada. En la Acrópolis existía un santuario dedicado a Artemisa Brauronia, a la que las mujeres después del parto dedicaban vestidos. La costumbre de obsequiar mantos a las imágenes de la Virgen y, más tarde, túnicas y sayas, comenzó a generalizarse en España desde el siglo XIII.
Este uso arraigó en Canarias desde temprana fecha y ya en el siglo XVI las efigies marianas de la Candelaria, del Pino o de las Nieves, patronas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma, fueron revestidas y enjoyadas por la piedad popular. Esta moda afectó no sólo a las esculturas de talla completa sino que determinó la creación, también desde muy pronto, de una modalidad específicamente concebida para ser vestida. El resultado final de este proceso fue el desarrollo de una iconografía mariana e indumentaria típicamente isleña, que a su vez fue trasladada a la pintura.
"De tanto corazón la fe rendida"
El tercer capítulo hace referencia a la historia, la relevancia de las piezas artísticas o el análisis de la literatura adscrita a Nuestra Señora de las Nieves. Desde mediados del siglo XIX, numerosos estudiosos se han ocupado de diseccionar el origen de la efigie mariana, las más insospechadas vicisitudes históricas o los rasgos de los suntuosos bienes vinculados con la patrona palmera.
En todo caso, no cabe duda de que las prácticas litúrgicas y rituales oficiales tuvieron siempre su propio trasunto en el pueblo llano. En cualquier manifestación humana han coexistido unos modos instruidos o cultos junto a otros emanados del pueblo. La llamada cultura popular en torno a la Virgen de las Nieves se evidencia así como un terreno insospechado, aún por definir y acotar en toda su magnitud.
"En el alma escribí y amor la pluma dio"
La siguiente sección aborda como el germen del tratamiento literario de la Virgen de las Nieves se halla muy vinculado con su culto a través de la fiesta. Las primeras referencias al respecto resultan en líneas generales algo vagas, si bien de ellas puede deducirse que, en sus orígenes, las manifestaciones festivas contribuyeron de manera decisiva a la estancia naciente del cultivo poético, fundamentado con elementos de naturaleza musical.
Así, en el marco de las reuniones colectivas en torno al primitivo santuario, que atraía periódicamente a romeros llegados de varios puntos de la isla, comenzaron a congregarse grupos humanos diferenciados, algunos de ellos especializados en la interpretación instrumental acompaña a del canto. Al son del tambor, las castañuelas y las flautas principia el proceso de creación letrista, bien a través de piezas de nueva factura, muchas de ellas improvisadas al instante, bien de materiales importados de la tierra de procedencia del propio verseador, bien de copias hechas a otros intérpretes, o bien tomadas de repertorios.
"La visión contemporánea de la Virgen de La Palma"
El último apartado de esta exposición se centra en la revisión o relectura de la imagen de la Virgen de las Nieves, de Santa María de las Nieves, venerada en su ermita, convertida en Real Santuario desde 1649, que realizan diferentes artistas contemporáneos.
Estos creadores abordan desde sus particulares perspectivas el icono de la Virgen de La Palma con diferentes estilos, técnicas y tendencias, desde la pintura y la escultura que podemos denominar tradicional, hasta la fotografía o incluso la instalación. Con un hilo conductor común, cada creador, al igual que lo harían escultores, pintores y grabadores desde el siglo XV al XIX, recrea y establece su particular visión acerca de esta idolatrada imagen.
Participan en esta singular propuesta artistas de la talla de Pedro Fausto, Carmen Cólogan, Jorge Lozano, Matías Mata, Julio Nieto, Dayana Domínguez, Hugo Pitti, García Álvarez, Domingo Cabrera y Pedro Riverol, quienes se han animado a figurar, dibujar, pintar, fotografiar, esculpir, modelar y, en definitiva, a componer y concertar una imagen del presente sobre esta venerada efigie mariana.
