El Obispo preside la llamada Misa del Gallo en la Sede Catedralicia, a las 00:00 horas. El prelado ha felicitado la Navidad recordando que Jesús viene a nosotros para traernos paz y alegría, por lo que hemos de recibirlo con el corazón. “Todo lo exterior ha de ser expresión de la alegría interior que sólo Él puede dar. Todos, prosiguió Álvarez, necesitamos ser salvados por el Señor que está cerca de cada uno de nosotros y nos abre sus brazos para acogernos y decirnos: aquí estoy.” Navidad es, dijo el Obispo, “acoger esta presencia de Dios, con amor y con fe.”
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