Cada 24 de septiembre, los herreños celebran la Fiesta Insular en honor de su Patrona, Nuestra Señora de los Reyes. Durante la noche, varios grupos de personas fueron llegando al santuario de La Dehesa, donde se celebró la Eucaristía de peregrinos al alba de este domingo. Posteriormente, a las 11:00 h., el Obispo presidió la Eucaristía “principal” de la jornada.
En su homilía, Bernardo Álvarez destacaba como este 24 de septiembre, la Iglesia celebra a Nuestra Señora de la Merced. Refiriéndose al significado de esta advocación, el Obispo indicó que María, a través de su hijo, nos concede mercedes. “Nos acercamos a ella para que interceda ante su hijo Jesucristo, en nuestros momentos de dificultad y también en nuestros momentos de gozo”.
Por otra parte, el prelado nivariense quiso subrayar como María es modelo de discípula de Jesús, ya que ella no solo lo engendró en su vientre sino en su corazón. Monseñor Álvarez invitó a los presentes a cumplir la voluntad de Dios, a querer lo que Dios quiere y hacerlo propio, llevándolo adelante en la vida.
Al final de su intervención, quiso reiterar el agradecimiento a todas las personas que hicieron posible la última edición de la Bajada de la Virgen de los Reyes. “Mi agradecimiento y reconocimiento a todos los que han colaborado en la cuatrienal Bajada”.
Después de la Eucaristía, la imagen de la Madre Amada fue sacada en procesión acompañada por bailarines en el entorno de la montaña, deteniéndose en la Piedra de los Regidores y en la llamada Cueva de la Virgen.
Por otra parte, el Obispo y el Vicario General, Antonio Pérez tienen este lunes en El Hierro la última reunión de comienzo de curso, en este caso con los sacerdotes que tienen su servicio pastoral en la isla del meridiano. Finalizan así las reuniones en las que el Obispo se reúne con los equipos sacerdotales de cada zona para realizar un retiro y compartir el objetivo principal del año que se inicia.