“Orgullosos de nuestra fe” es el lema escogido para celebrar el Día de la Iglesia diocesana, que este año tiene lugar el 12 de noviembre. Un Día de fiesta, de celebración, en el que “recordamos y agradecemos nuestra pertenencia a una comunidad cristiana”. Y un Día para tomar conciencia de que somos miembros de una gran familia. Lo que la Iglesia hace es gracias al tiempo, las cualidades, la oración y el apoyo económico de todo el pueblo de Dios.
El obispo Bernardo Álvarez destaca en su carta para esta jornada, que la Iglesia diocesana es una comunidad de personas diferentes, pero unidas entre sí. «Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él» (1 Jn 4,16). Esta verdad nos llena de alegría y satisfacción, hasta el punto de poder decir, estamos “orgullosos de nuestra fe”.
Por otro lado, en esta jornada, la Iglesia diocesana pretende dar a conocer su amplia actividad en el campo celebrativo, pastoral, caritativo – asistencial, cultural, etc.
[embedded content]
La Diócesis de Tenerife cuenta en la actualidad con 206 sacerdotes, 11 diáconos permanentes y 312 parroquias. Asimismo, 7 jóvenes se forman en el Seminario Diocesano en su camino hacia el presbiterado.
Además, en nuestra diócesis hay en torno a 1250 catequistas, 332 religiosas y religiosos, 34 monjas / monjes de clausura, 33 misioneros y una familia en misión.
Dentro de la actividad caritativa y asistencial, el pasado año, se atendieron a 33.489 personas en 135 centros para mitigar la pobreza; 1.298 personas en 23 casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad; 356 personas en 6 centros para la defensa de la vida y la familia; 55 personas en 2 centros para la promoción de la mujer y para víctimas de violencia; 1.455 personas en 6 centros para promover el trabajo y 50 personas en una casa de acogida para personas privadas de libertad.
Colaborando en el sostenimiento de la Iglesia
Las aportaciones voluntarias de los fieles se gestionan a través del programa Xtantos. Con este dinero se contribuye, entre otras cosas, a realizar diferentes acciones pastorales y asistenciales en las parroquias, a la conservación de los edificios y a ayudar a sufragar los gastos en los seminarios.
