El próximo sábado 1 de junio, se abrirá al culto el templo dedicado a Nuestra Señora de Begoña, en Almáciga. El obispo nivariense, Bernardo Álvarez, presidirá la Eucaristía y el acto de consagración de la referida iglesia, a partir de las 17:30 horas.
Esta esperada jornada comenzará a las 16:30 horas con el rezo del Rosario. A su término, se iniciará el traslado de la imagen de Nuestra Señora de Begoña hacia el nuevo templo.
En la celebración estará presente la bilbaína Cofradía de Begoña encabezada por el nuevo obispo auxiliar, Joseba Segura.
Perseverancia y trabajo son las dos palabras que resumen lo que se ha vivido durante estos años en Almáciga para la construcción de esta nueva iglesia. Para su materialización ha sido clave la solidaridad del pueblo almaciguero y el apoyo de la Cofradía de Begoña, que ha llevado a cabo una campaña de recaudación de fondos para finalizar las obras.
Según ha expresado el párroco de esta comunidad, Esteban Rodríguez, “para todos los que vivimos en Almáciga, crean o no crean, la imagen de Nuestra Señora de Begoña se ha convertido en lo que une e identifica a todo almaciguero. Por ello, construirle “la casa” a la Virgen es un acto de unión. Además, para nosotros, los creyentes que vivimos en este rincón de Tenerife, significa tener un lugar dedicado para el encuentro con el Señor por medio de la Eucaristía, la oración y la comunidad”.
HISTORIA
Setenta años han pasado desde que el grupo de jóvenes de la Acción católica tirara una botella al mar con cinco estampitas de la Amatxo de Begoña.
Era agosto de 1948 y un grupo de 35 jóvenes de la Acción Católica de la quinta parroquia de Bilbao iban como peregrinos a Santiago de Compostela por el Año Santo Jacobeo. Martín Valle, joven a bordo, tiene la idea de lanzar al mar una botella con un documento firmado por todos en el que decía que ‘saludan a los que encuentren este mensaje y piden al Señor encontrarse en el cielo’. Junto con el mensaje, introducen en la botella cinco estampas con la imagen de la Virgen de Begoña, patrona de la peregrinación, una por cada misterio del Rosario. José Luis, que iba a bordo del vapor Aragón, ahora tiene 88 años, ha rememorado cómo a Martín Valle se le ocurrió tirar al mar la botella que da origen a esta historia: ‘Era una botella de vino ordinario, de tres cuartos’.
El 29 de abril de 1949 la botella arriba a la playa de Almáciga, donde la encuentra un joven matrimonio, Eusebio Sosa y Benita Izquierdo. Al no saber leer, se la llevan a Doña Clotilde, la maestra del pueblo para que la leyera. Desde ese momento, con sorpresa primero y con emoción después, los tres están convencidos de que más que una casualidad, la llegada del mensaje es un designio divino. Pronto el pueblo de Almáciga decidirá que la Virgen de Begoña sea su patrona y los jóvenes también la eligen como patrona del equipo de fútbol.
En agosto de 1949 la maestra escribe a Martín Valle, pidiendo una talla para venerarla en la pequeña ermita. Bilbao atiende a la petición primero con donaciones particulares y luego con una suscripción pública más organizada. El resultado: una hermosa imagen de la Virgen de Begoña con su manto. La Amatxu salió en procesión marítima hasta Tenerife flanqueada por dos pescadores hasta su entronización en la Ermita.