La comarca de Daute vivió este lunes un día histórico con la clausura del V centenario de la erección de la Parroquia de San Pedro Apóstol, en Garachico. La celebración, que se enmarcó dentro de la festividad local de San Pedro, estuvo presidida por el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez. También participaron el propio párroco, Francisco Hernández, otros sacerdotes del Arciprestazgo de Icod de los Vinos.
En su homilía, Bernardo Álvarez, que cumplía 10 años desde que Benedicto XVI lo nombró obispo nivariense, hizo un repaso por la vida del apóstol Pedro y la enorme relevancia que tuvo para edificar la Iglesia de Cristo. Asimismo, destacó el papel de las comunidades parroquiales, poniendo como ejemplo la de San Pedro de Daute y destacando que la conmemoración de los 500 años de su fundación ponen de relieve la importancia que tenía este núcleo de población desde la conquista de Tenerife.
Terminada la Eucaristía, las imágenes de San Pedro y Nuestra Señora de la Paz recorrieron en procesión los rincones del barrio, acompañados por la Hermandad del Santísimo Sacramento de la Parroquia, como es costumbre cada 29 de junio. En la carretera que conduce hacia Garachico, recibieron el homenaje del casco histórico con fuegos artificiales y el repique de campanas de la iglesia de Santa Ana para ,posteriormente, realizar las dos imágenes la tradicional venia del barrio hacia Garachico.
La Parroquia de San Pedro de Daute fue creada por el Obispado de Canarias en 1515, junto a otras de la isla tinerfeña como San Marcos, en Icod; Nuestra Señora de los Remedios, en La Laguna; Nuestra Señora de las Nieves, en Taganana; o San Pedro Apóstol, en El Sauzal. Durante las primeras décadas, Daute abarcó toda la población cristiana desde los límites con Icod hasta Santiago del Teide, incluyendo las localidades de Garachico, Los Silos, Buenavista del Norte y El Tanque.
Poco a poco fueron segregándose diferentes comunidades parroquiales, como Santa Ana, en Garachico, o Nuestra Señora de los Remedios, en Buenavista. De esta última se separó en 1605 la de Nuestra Señora de la Luz, en Los Silos. Siglos después, en 1963, haría lo propio San Andrés Apóstol, en La Caleta de Interián.