En varias ocasiones se tuvo un recuerdo especial para los niños Haitianos. Desde primera horas de la mañana, un buen número de colegios católicos y parroquias de Tenerife, fueron recibiendo a los padres y a los niños que recogían pancartas, pañuelos, etc, para partir hacia Candelaria a celebrar la Marcha Misionera 2010 con lema: “Con los niños de África… encontramos a Jesús”. Incluso, con semblante cansado, a media mañana estaba un grupo de 40 niños gomeros, con sus catequistas y el párroco, de pié desde las seis de la mañana: guagua, ferry y, poco después de las diez y media, con el sol ya muy presente, cantaban en Caletillas para recordar, solidarizarse y orar por los que en otras latitudes tienen menos.
Esta acción pastoral de la diócesis se desarrolla en el marco de la Jornada de la Infancia Misionera que se celebra en España el 23 y 24 de enero. La diócesis de La Laguna envió en 2009 para esta Obra como cooperación solidaria y evangélica 50. 009 Euros.
Como es tradicional la Marcha se celebró en el municipio de Candelaria. Con algo de retraso sobre el horario previsto, se fueron concentrando en la Avenida de las Caletillas alrededor de 2.500 niños, acompañados por sus animadores. Los participantes fueron acogidos por los voluntarios de la Delegación de Misiones y, según el color asignado a cada arciprestazgo, (Blanco-Europa, Rojo-América, Amarillo-Asia, Verde-África y Azul-Oceanía) se fueron colocando detrás de la pancarta correspondiente a cada continente.
Sobre las 11.30 partió la comitiva con pancartas y cantos hacia la plaza de la Patrona de Canarias. Antes de llegar a la misma ya repicaban las campanas del templo y allí esperaba la imagen de la Virgen de Candelaria en la puerta de la Basílica. Junto a ella el nuevo y el antiguo Prior, Alexis González y Jesús Mendoza, respectivamente. Era este último el que realizaba la animación y daba instrucciones a chicos y grandes.
Era ya más de mediodía cuando comenzó la Misa en el altar situado delante de la imagen de la morenita de Candelaria. Presidió la misma el Obispo Nivariense, el cual animó a conservar y acrecentar el espíritu misionero de la fe. Fue significativo el rezo del Padrenuestro en un dialecto del Camerún por parte de una joven inmigrante y, posteriormente, un grupo de niños africanos rezaron la oración dominical cogidos de las manos del Obispo. Mabel Pascaline, con su hijo en brazos, señalaba que “rezar el Padre nuestro en este día fue para ella “muy emocionante. Me hace pensar –señaló- que estoy en mi tierra; con mi gente, y me demuestra que la Iglesia y la oración son universales. No hay fronteras- concluyó-.
Una vez finalizaba la Santa Misa tuvo lugar el almuerzo compartido, los juegos en la plaza y unas dinámicas y cantos misioneros animados por el Movimiento Savia Nueva, también se leyó un manifiesto referido a la situación de los niños en el continente africano.
No podía faltar el recuerdo a los niños haitianos ni a la permanente tarea de promover un mundo más justo y una sociedad reconciliada y pacífica, donde las niñas y los niños son, “la mejor expresión de una sociedad que necesita mayor sencillez para afrontar los retos más hondos que anidan en la misma”.
