La fiesta de todos los santos y la conmemoración de los fieles difuntos, tienen hondo arraigo en el pueblo cristiano. El obispo Bernardo Álvarez presidirá la Eucaristía el 2 de noviembre, a las 10:00 horas, en el cementerio de San Luis, en La Laguna, y a las 12:00 h., en el de Santa Lastenia, en Santa Cruz de Tenerife.
El 1 de noviembre miramos hacia el cielo. Es el día en el que se homenajea a todos los santos, conocidos y desconocidos. A los que están en los altares y a tantos y tantos cristianos que después de una vida según el evangelio participan de la felicidad eterna del cielo. Son nuestros intercesores y nuestros modelos de vida cristiana.
El día 2 de noviembre la Iglesia reza, de manera especial, por todos los fieles difuntos. Fue en el siglo X cuando un monje benedictino, san Odilón, en Francia, comenzó a celebrar la misa en un día concreto –el dos de noviembre–, pidiendo por todos los difuntos. Aunque rezar por los difuntos es tan antiguo como la misma Iglesia. Una oración que se anima en la esperanza cristiana.