Este pasado 27 de septiembre tuvo lugar en La Laguna, la celebración del Jubileo de los Catequistas. La jornada comenzó con la acogida de los participantes divididos por arciprestazgos. En total, tres grupos que partieron en peregrinación desde el Santuario del Cristo, el Monasterio de Las Claras y la iglesia de Santo Domingo para confluir en la Casa Mesa, donde pudieron realizar diferentes dinámicas.

Los catequistas profundizaron en la importancia de tender puentes y trabajar las emociones. Todo ello para intentar ser constructores de esperanza e instrumentos de Dios que propicien el encuentro.
La jornada concluyó en la Catedral con la renovación de la fe del bautismo. La Eucaristía fue presidida por el obispo Eloy Santiago quien dio gracias por la vital labor de estos agentes de pastoral en la diócesis y los invitó a seguir adelante con la fe siempre puesta en el Señor.

De esta manera, nuestra diócesis se unió al Jubileo de los Catequistas celebrado en Roma del 26 al 28 de septiembre. El papa León XIV, en la Misa de clausura en la Plaza de San Pedro, dirigiéndose directamente a los catequistas, expresó que el término que designa su ministerio proviene del verbo griego katēchein, que significa “instruir de viva voz”. «Eso quiere decir que el catequista es una persona de palabra, una palabra que pronuncia con su propia vida», añadió. Así, destacó que los primeros catequistas son los propios padres, “los primeros en hablar y en enseñar a hablar. Del mismo modo, el anuncio de la fe —indicó— debe brotar en primer lugar en la familia, en el marco cotidiano del hogar, alrededor de la mesa”.


