El Obispo presidió en la Sede Catedralicia los cultos del Viernes Santo. Bernardo Álvarez invitó a los fieles presentes a poner los ojos y el corazón en Jesús para aprender en su manera de afrontar el sufrimiento y la cruz. El prelado señaló que a Jesús le buscaban por muchos motivos y propuso «buscar al Cordero que quita el pecado del mundo para seguirlo». «Él nos ha ofrecido el perdón y la salvación».
«Por nuestra causa, padeció, murió y fue sepultado», recordó citando el Credo, «se sacrificó por la humanidad para liberarnos del pecado y sus consecuencias». Siguiendo el relato de la Pasión, realizó una triple lectura desde: los padecimientos y dolores de Cristo; los nuestros, los de cada uno; y, en tercer lugar, el dolor de los demás, el dolor del mundo.
A la luz del sufrimiento de Cristo exhortó a entender el dolor propio y el dolor de los demás. «Él con su pasión lo ilumina todo», señaló Álvarez. Mirando a los dolores de todo tipo de Cristo expuso que cada uno a lo largo de la vida sufrimos y que, en esos momentos, hay que mirar a Cristo para como Él «ponernos en manos del Padre, no devolver mal por mal y ofrecer el dolor».
En relación al sufrimiento ajeno, el Obispo tuvo presente tantas situaciones dolorosas que viven millones de personas en el mundo. Lo primero es «no hacer sufrir a los demás, no hacer daño a nadie y, en segundo lugar, ser cirineos, ayudar a llevar las cruces». Esto supone acompañar en la soledad, consolar en la tristeza, ayudar económicamente en la pobreza, defender sus derechos, apoyarle en sus luchas por la justicia» – expuso Álvarez. «La pasión de Cristo se repite en millones de personas porque Él dijo que lo que hagan a uno de estos mis hermanos a mí me lo hacen».
Por último, Bernardo Álvarez propuso no olvidar lo fundamental, «ir a Dios» y contemplar este día la pasión de Cristo para aprender cómo afrontó Él esta realidad. Ante la pasión lo cierto es que «siempre tenemos que imitar a Jesús: La confianza en el Padre, su paciencia, mansedumbre, etc. Él padeció por nosotros dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas»- concluyó.