En la tarde de este domingo 29 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, ha tenido lugar la apertura diocesana del Año Jubilar “Peregrinos de la esperanza”. La jornada comenzó a las 17:00 h., en la parroquia de La Concepción de La Laguna, donde se leyó parte de la bula papal de convocatoria del Jubileo. Desde allí se salió en peregrinación con la imagen del Santísimo Cristo de los Remedios, hacia la Catedral, donde el administrador diocesano, Antonio Pérez, presidió la Eucaristía de inicio de este Año Santo. La Misa fue concelebrada por el obispo emérito, Bernardo Álvarez y un buen número de sacerdotes.
Pérez comenzó su homilía dando gracias a todos los presentes por el apoyo mostrado desde su nombramiento como administrador diocesano. “En este tiempo de sede vacante hemos sabido mirar hacia adelante, sintiéndonos corresponsablemente en la misión compartida que Dios mismo nos ha encomendado”.
El administrador diocesano quiso centrar su mensaje en la idea de esperanza cristiana. “Hoy es día de la Sagrada Familia. El Niño de Belén, envuelto en pañales, deseado y frágil, esperado e ignorado por tantos, es la encarnación de la esperanza que procede de Dios: es Dios mismo hecho esperanza”.
En este sentido, Pérez se refirió a tres perspectivas en torno a la esperanza. En primer lugar, una esperanza renovada. “Se trata de hacer un cambio en nuestra vida. No hay alegría más duradera que la que nace de una renovación en nuestra forma de ser y en nuestro compromiso al creer. Es el tiempo de mejorar, de crecer para vivir más felices, en paz y justicia”.
En segundo lugar, una esperanza sembrada. “¡Llevemos esperanza allí donde se ha perdido! Qué gran siembra haríamos en nosotros y en los demás si aprendiéramos en este año a ver sus signos presentes ya entre nosotros, en nosotros y en esta casa común que habitamos. Hemos de aprender a ver sus señales en los signos de los tiempos. Si no, sería una esperanza desencarnada, inútil”.
Y, en tercer lugar, una esperanza comprometida. “Todos tenemos la capacidad de cambiar nuestra vida y cambiar la de otros al estilo del Buen Samaritano”.
En este sentido, Pérez hizo referencia a los signos concretos de esperanza que en la bula de convocatoria de este Jubileo Universal, ha pedido realizar el papa Francisco. “Este año, no pueden faltar signos de esperanza hacia los migrantes que abandonan su tierra en busca de una vida mejor para ellos y sus familias. Por ello, tanto en esta Catedral, como en la sede jubilar de El Hierro, les invito a orar, a sensibilizarnos y colaborar económicamente con el proyecto diocesano de atención a migrantes “Sansofé”. Una iniciativa de nuestra diócesis, a través de la delegación de Migraciones, que gracias al compromiso desinteresado del voluntariado se desarrolla en tres sedes de esta isla de Tenerife. A través de ellas, prolongamos las entrañas de misericordia de Dios ofreciendo un espacio de acogida amable y familiar mediante las clases en español para la integración social y cultural de los migrantes llegados a nuestras costas a través de la llamada ruta atlántica”.
Además, según indicó el administrador diocesano, los otros templos jubilares se unirán a la iniciativa de la Conferencia Episcopal para visibilizar, orar y comprometernos con la realidad de la trata de personas y la explotación sexual y laboral.
Al término de la celebración, se hizo entrega de un farolillo verde a los párrocos del resto de sedes jubilares, así como al deán de la Catedral. Con este gesto se ha querido simbolizar la esperanza, centro de este Jubileo.
A lo largo del mes de enero se sucederán diversas aperturas en diferentes lugares significativos de nuestra diócesis. En este sentido, el uno de enero, a las 12:00 h., será la apertura del Año Santo en el Santuario de las Nieves, en La Palma. El 11 de enero, a las 17:00 h., será el turno para la parroquia de La Asunción en La Gomera. De igual modo ocurrirá el 19 de enero, a las 12:00 h., en la parroquia de La Candelaria en El Hierro. Y, por último, el 26 de enero, a las 17:00 h., se celebrará una apertura del Año Jubilar en el Santuario del Hermano Pedro en Vilaflor.
INDULGENCIA PLENARIA
El papa Francisco ha convocado a todos los fieles a vivir este Año Santo con un renovado impulso espiritual, invitándolos a recibir el don de la Indulgencia jubilar.
El 13 de mayo de 2024, la Penitenciaría Apostólica publicó las normas específicas para obtener esta indulgencia, señalando que los fieles deberán cumplir con ciertos requisitos para beneficiarse de esta gracia.
Dichas normas específicas se pueden leer en el siguiente enlace: Jubileo 2025.
