Este pasado lunes 3 de junio, en la iglesia de San Marcos, el obispo Nivariense presidió la Eucaristía de acción de gracias, y de despedida, de las religiosas de La Asunción en Tegueste.
Se trató, según expresaron desde la referida comunidad, de un día de emociones encontradas. Por una parte, se palpó la tristeza de la despedida. Pero, por otra parte, se trató de un día para expresar la inmensa gratitud por un servicio que ha dejado una huella imborrable en el municipio de Tegueste.
Una identidad que queda reflejada en el escudo de la congregación a través de cada uno de sus símbolos: La cruz, la estrella y la barca.
La cruz, teniendo a Cristo como centro de todo. Evangelizando con la Palabra, la oración, con una casa y una capilla siempre abiertas.
La estrella, como imagen de María, ha marcado su carisma, apostando por el desarrollo pleno de la persona a través de la educación a todos los niveles. Manteniendo siempre, tal como hizo María en su acompañamiento a Jesús, un papel no protagonista. Son muchas y muy variadas las facetas en las que han desarrollado este trabajo discreto y silencioso, donde cada una de las hermanas han dejado su huella con sus dones y carisma personales. Desarrollando actividades como alfabetización, escuela de padres, mecanografía, costura, manualidades, biblioteca, filatelia, colaboraciones con Radio ECCA…
Y, por último, la barca, símbolo de la Iglesia, las ha guiado para navegar en este pueblo, con barcos, pero sin mar. Siendo Iglesia han hecho más Iglesia con su labor pastoral. Catequesis, clases de religión, Cáritas, colaboración en las diferentes pastorales: juvenil, de familia, mayores y enfermos.