En la mañana de hoy, ha tenido lugar la celebración de la Eucaristía en acción de gracias por el 35 aniversario de la consagración episcopal de Felipe Fernández García. Dicha celebración tuvo lugar en la Casa de Acogida Madre del Redentor, en El Sauzal y estuvo presidida por el delegado para el Clero, Juan Fernando Pérez. Asimismo, fue concelebrada por un grupo de sacerdotes, entre ellos, el vicario general, Domingo Navarro.
En la homilía, Juan Fernando hizo referencia a tres momentos importantes de estos 35 años de episcopado de monseñor Fernández, recogidos en el diario del prelado. El primero de ellos fue el nombramiento y la consagración de Felipe Fernández como obispo de Ávila. Corría el año 1976 y este leonés de nacimiento escribía: “El próximo 28, primer domingo de Adviento, si Dios quiere, voy a recibir el Sacramento del Episcopado de manos del Nuncio. Decir que estoy abrumado por la gratuidad de la elección y por la tarea a la que voy a ser enviado. Me siento muy agradecido al Señor por tanta bondad, por tanta misericordia, por tanta confianza y por tanto amor. Quisiera cumplir, como me enseña Santa Teresa, con sumo cuidado, con alma fuerte hasta el día de la muerte”.
El segundo momento recordado en la homilía fue el nombramiento de Felipe Fernández para la Diócesis de Tenerife. Era el año 1991 y el prelado escribía en su diario: “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad. Con paz, porque siguiendo a San Juan de la Cruz: Estas cosas no las hacen los hombres, sino Dios, que sabe lo que nos conviene y lo ordena para nuestro bien. Por mi parte, aquí estoy con un solo deseo: dejar hacer a Dios y buscar a Dios. Sólo él basta”.
Por último, hace 10 años, al celebrar el vigésimo quinto aniversario de su ordenación episcopal, Felipe Fernández confesaba: “Si he llegado hasta aquí, ha sido y es, porque el Señor me sostiene. Solo él, siempre él. Gracias Señor”.