El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, presidió la Eucaristía el VI Domingo de Pascua en la Parroquia San Diego de Alcalá, de Sevilla.
Una celebración viva y participada por toda la familia parroquial: niños, jóvenes, adultos y mayores. “Llamados a permanecer en Cristo y a dar un fruto duradero”, como expresó monseñor Saiz durante su homilía.
La misa fue concelebrada por el párroco de San Diego de Alcalá, José Miguel Verdugo.
El mandamiento de amor
El arzobispo de Sevilla predicó sobre el Evangelio dominical de San Juan (15, 9-17). Vertebró su homilía en el mandamiento del amor: “En primer lugar Jesús nos llama a permanecer unidos a Él, esa es la forma de poder dar frutos, de momentos de entusiasmo, incluso, de grandes actos de generosidad en la vida, pero lo importante es la fidelidad, permaneciendo unidos a la vid”.
Instó a vivir con profundidad el amor de Cristo, “hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, hemos sido creados para amar a los demás, mientras más vivimos esa actitud somos más personas, más hijos de Dios, sino nos despersonalizamos, nos deshumanizamos. La experiencia del amor de Dios es la que nos da alegría y fidelidad, aunque nos toque pasar por dificultades y sufrimientos”.
Un segundo aspecto destacable es el testimonio “para evitar encerrarnos en nosotros mismos, hemos de dar testimonio con alegría y vivir como una gran familia cristiana”.
