Desde hace dos años se celebra conjuntamente la Jornada de oración por las vocaciones y la Jornada por las vocaciones nativas el IV Domingo de Pascua. Este año la Campaña se celebra el 7 de mayo bajo el lema ‘Empujados por el Espíritu: Aquí estoy, envíame’.
Para la preparación de esta gran Jornada vocacional trabajan conjuntamente tres organismos eclesiales: la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, encargada de ayudar a las diócesis en la pastoral vocacional; el Área de Pastoral Juvenil Vocacional de CONFER, que colabora con las instituciones religiosas en su empeño por suscitar y acompañar las vocaciones a la vida consagrada; y las Obras Misionales Pontificias, que se ocupan de cooperar con las Iglesias locales de los territorios de misión en el sostenimiento de sus vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.
Según el delegado diocesano de Misiones, Eduardo Martín Clemens, esta jornada “no tiene comparación con el Domund o la Infancia Misionera”, pero igualmente desde la delegación se realizan grandes esfuerzos para que parroquias y comunidades tomen conciencia de la importancia del clero nativo. Martín Clemens explica que las vocaciones nativas son “el fruto de la evangelización primera” y que principalmente se ayuda económica y formativamente a los seminaristas y seminarios de las tierras de misión. “Es necesario promocionar esta jornada, un reto nada fácil pero urgente, ya que repercute en nuestra Iglesia universal”, asegura Martín Clemens, que continúa afirmando que “debemos ser consciencias de la riqueza que aportan estas vocaciones que nacen en lugares tan dispares y confluyen en un mismo sentir misionero de anunciar el Evangelio”.
En esta tarea se implica no sólo a los colaboradores de la Delegación de Misiones y a los feligreses que colaboran con sus aportaciones económicas en la colecta optativa de ese día, sino a los enfermos a través de su oración y a los niños, mediante su concienciación en los colegios.
Igualmente, el delegado diocesano de misiones apunta que, en Europa, donde descienden año tras año las vocaciones, “ya nos estamos beneficiando del clero nativo”. Por ello, anima a colabora en esta jornada y crear conciencia porque “pese a las múltiples dificultades por las que pasan estas personas para llevar a cabo la llamada y el ministerio por las carencias de todo tipo, su entrega es incondicional y sus frutos ya los estamos percibiendo en muchas diócesis”.
Obra de San Pedro Apóstol
Las vocaciones nativas están experimentando un gran crecimiento en los últimos años. Desde 1989 casi han duplicado su número pasando de 46.932 a 88.138. Pero las vocaciones surgidas en la geografía misionera tienen serias dificultades para responder a la llamada, muchas de ellas de tipo material. Por eso, la Iglesia Universal se encarga de atenderlos a través de la Obra San Pedo Apóstol – nació en 1889, de la mano de la laica francesa Juana Bigard, y su madre- que en 2016 distribuyó más de veinte millones de euros para apoyar a 75209 seminaristas, 4290 novicias, 2279 novios y 2112 formadores en cuatro continentes.
¿Cómo colaborar?
Desde las Obras Misionales Pontificias ofrecen dos formas de colaborar con las vocaciones nativas: La primera, mediante la oración y el ofrecimiento espiritual; en segundo lugar, a través de donativos que pueden materializarse en el pago de una beca completa -2000 euros por los seis años de formación de un seminarista-; media beca -1000 euros por tres años de formación de un futuro sacerdote; o un curso -350 euros por el curso académico de un seminarista, novicio o novicia. También se pueden solicitar estipendios de misas a los profesores de los seminarios en territorios de misión por un donativo de ocho euros.
La Delegación de Misiones de Sevilla, por su parte, está volcada en esta tarea y el pasado 5 de mayo, tuvo un encuentro de formación-información para todos los interesados en esta Jornada.
Más información en www.omp.es o en misiones@archisevilla.org
Puede descargar el material preparado para la Jornada de las Vocaciones Nativas a continuación:
