La iglesia Santa María la Blanca se encuentra a intramuros de la ciudad en el frente sur, en la zona histórica denominada «judería», junto a la Puerta de la Carne, en el eje formado por la calle San José y Santa María la Blanca. Por su situación se encuentra en los aledaños del Palacio de Marques de Villamanrique y Altamira, cerca de la iglesia San Nicolás de Bari y de San Bartolomé.
Es uno de los conjuntos más deslumbrantes de la arquitectura barroca del siglo XVII donde culmina el barroco a través de su rica decoración de yeserías. Es la principal joya y el buque insignia de la decoración barroca en Andalucía.
Según el catedrático Teodoro Falcón, los artífices de las yeserías serían los hermanos Borja y Pedro Roldán en el vaciado y modelado de grandes figuras. En las pinturas murales probablemente Alonso Pérez, y pudo participar también el propio Bartolomé Murillo.
Toda la superficie de las bóvedas, cúpulas e intradós de los arcos se hallan repletas de una profusa y volumétrica decoración de yeserías con motivos geométricos, vegetales y figurativos, que junto con las pinturas murales siguen la secuencia de las yeserías.
En las dos primeras fases de restauración que se realizaron anteriormente, se eliminaron las filtraciones de agua que se producían a través de las cubiertas y se sustituyeron las estructuras de madera en mal estado por unas metálicas; también se eliminaron las humedades producidas por capilaridad, y se restauraron los paramentos cerámicos.
Tercera fase de la restauración
En esta tercera fase se están restaurando las yeserías y pinturas murales que se encontraban en un pésimo estado de conservación, en parte debido a las filtraciones de agua producidas en el templo durante años.
Para ello la Archidiócesis de Sevilla encargó un proyecto a Juan Manuel Macías Bernal (Arquitecto Técnico) y Fátima Domínguez Fernández (Licenciada en Bellas Artes). Tras el concurso convocado por la Archidiócesis, en el que participaron las cinco empresas más prestigiosas del sector de la restauración, la empresa AGORA fue la adjudicataria para la llevar a cabo los trabajos de restauración contemplados en el mencionado proyecto, estimándose un plazo de ejecución de ocho meses.
Una de las innovaciones de la empresa AGORA es la difusión del tratamiento de restauración durante todo el proceso de restauración que pronto estará disposición de todos los visitantes del templo, en los momentos antes y después del horario litúrgico.
La primera parte de los trabajos ha consistido en realizar un estudio del inventario de bienes muebles, estudio fotográfico de la situación actual en el momento de inicio de la restauración, y una protección de los paramentos cerámicos, solería y retablos antes de la actuación en la decoración mural y yeserías.
Los tratamientos de restauración que están previstos son:
Limpieza de yeserías y pinturas murales que en estos momentos se está realizando mecánicamente con laser y manualmente con esponjas de latex.
Tratamiento de consolidación del yeso en las zonas que se encuentran disgregadas debido principalmente a las filtraciones de agua que sufrió el templo durante años. Se realiza manualmente con una resina acrílica.
Sellado de grietas, y eliminación de morteros no originales.
Fijación de dorados realizado con resina acrílica.
Las piezas sueltas y en el mal estado se procederá a la fijación con varillas de fibra de vidrio y resina epoxidica.
El relleno de oquedades se realizará mediante la inyección de adhesivos acrílicos y morteros de restauración.
Por último se procederá a una reintegración cromática en aquellas zonas que sea necesario con un criterio diferenciador manteniendo siempre presente los criterios de restauración según las cartas de restauro.
Como colofón a todas estas actuaciones, se contempla también una renovación de la iluminación a cargo de la empresa Silva y Vilches S.A, donde se utilizará la última tecnología de iluminación led aplicada a este tipo de edificios artísticos y patrimoniales.
Presupuesto
El presupuesto de restauración de esta es última fase que se está ejecutando es de 473.982,79 euros, de los cuales la Archidiócesis de Sevilla aporta 373.982,79 € y el Ayuntamiento de Sevilla 100.000 €.
De esta forma la ciudad de Sevilla recupera en todo su esplendor el edificio más importante del barroco andaluz, y uno de los edificios más emblemáticos y significativos del barroco en España.
Esta Iglesia se convierte de nuevo en visita obligada para todos los amantes del arte y referente máximo de la espiritualidad del siglo XVII que podemos contemplar en la actualidad casi como se concibió originalmente.
En la mañana de hoy, miércoles 13 de mayo, los medios de comunicación han acudido a la invitación de la Archidiócesis a visitar el templo para conocer el estado actual de las actuaciones comprendidas en la tercera fase, cuya finalización está prevista para dentro de seis meses.
