La Fundación Pablo VI, de Madrid, acogió el fin de semana del 16 al 18 de febrero, un Encuentro Nacional de Laicos sobre Primer Anuncio, en el que participaron más de 700 personas de distintas diócesis españolas, bajo el lema “Pueblo de Dios unido en la misión”.
De la Archidiócesis de Sevilla asistieron una docena de personas, entre ellas, sacerdotes y seglares, miembros de la Vicaría Episcopal para la Nueva Evangelización, y de las delegaciones diocesanas de Familia y Vida, Apostolado Seglar, Pastoral con Jóvenes y Migraciones.
Durante el encuentro se destacó la importancia de fortalecer la comunión de las distintas vocaciones del Pueblo de Dios; insistir en la vocación bautismal, tomar conciencia de que todos los ámbitos sociales son espacios privilegiados para el anuncio del Evangelio e impulsar procesos y proyectos para los próximos años que ayuden en la tarea del Primer anuncio y faciliten, a través de la formación y mediante caminos de discernimiento comunitario, la creación de espacios de acogida, escucha, diálogo y acompañamiento en los distintos ámbitos, así como la construcción de estructuras que favorezcan la evangelización.
Impulso evangelizador
El vicario episcopal para la Nueva Evangelización, Óscar Díaz, compartió sus impresiones al término del encuentro: “Hemos vivido una parada en el camino sinodal que estamos recorriendo en la Iglesia Española. Una parada en primer lugar para encontrarnos; no podemos caminar juntos si no nos reconocemos en el camino como hermanos de un mismo Pueblo de Dios”.
Esta experiencia de fin de semana “ha supuesto retomar el camino emprendido en el Congreso Nacional de Laicos, en el que reflexionamos sobre cómo construir una Iglesia más centrada en la evangelización en medio de nuestra sociedad”. Así, “Primer Anuncio, formación, acompañamiento y presencia en la vida pública no puede ser de otra manera que caminando juntos”.
Ha sido, por tanto, “una parada para discernir; no podemos evangelizar sin la guía del Espíritu Santo, que nos concede el don de los diferentes ministerios y carismas. Es Él quien nos sostiene a la hora de poner los carismas al servicio de los demás. Y, sobre todo, este encuentro ha sido una parada para rezar juntos; si nuestro motor evangelizador no nace de la oración, en vano sería todo nuestro esfuerzo”, añadió Díaz.
Comunidades vivas y fraternas
En esta línea, el delegado diocesano de Apostolado Seglar, Enrique Belloso, subrayó que durante el fin de semana tuvo la oportunidad de volver a redescubrir el Primer Anuncio del mensaje cristiano, “así como la necesidad de llevar a todos a Jesús y de enraizar el Evangelio en nuestras vidas para llevar un mensaje de esperanza a nuestra sociedad”.
Para Belloso, “han sido unos días de gracia y comunión, donde hemos visto la importancia de una Iglesia, de unos cristianos que escuchan, dialogan y dan esperanza a una sociedad que en muchos casos vive como si Dios no existiera. Gracias a la magnífica organización, más de 700 personas hemos podido abrir nuevos caminos que nos lleven a una mayor conversión pastoral, para eso necesitamos pararnos a ver cómo lo vivimos en nuestra vida cotidiana; cuáles son los procesos formativos que nos interpelan; cómo acompañamos a las personas que salen a nuestro encuentro; y cómo construimos y mantenemos comunidades vivas y fraternas donde Jesús esté en el centro. Viviendo y actuando como si todo dependiera de nosotros, sabiendo que todo depende de Dios. Volvemos con la ilusión del primer encuentro con Jesús, y con la alegría de quien se siente renovado en su fe y en su servicio a los demás”.