Con el lema «Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad» se celebra la XXVIII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que coincide cada año con la fiesta de la Presentación del Señor. Esta Jornada recuerda el don para la Iglesia y para el mundo de las personas consagradas «en su riqueza de modos y carismas, inspirados por el Espíritu Santo a través de la escucha y el discernimiento comunitario», como señalan los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada en su mensaje para este día.
La Catedral de Sevilla acogerá el domingo 4 de febrero, una Eucaristía en el Altar del Jubileo para agradecer y orar por la vida consagrada, a las cinco y media de la tarde en el Altar del Jubileo, presidida por el arzobispo hispalense, monseñor José Ángel Saiz Meneses.
La celebración de esta jornada supone la ocasión perfecta para presentar distintos carismas de la realidad consagrada (activa y contemplativa) presentes en la Archidiócesis de Sevilla.
Para el vicario episcopal de la Vida Consagrada, José Ángel Martín, los religiosos y religiosas de Sevilla “son un activo decisivo y muy importante dentro de la vida pastoral de la Archidiócesis, por su gran presencia y actividad pastoral y espiritual en la diócesis”.
Martín anima también a celebrar el día de la Vida Consagrada (2 de febrero) dentro de las comunidades parroquiales, en las distintas iglesias y oratorios. “Todos los bautizados y en especial los consagrados, alentados por María, Madre del Fiat, nos ayude a comprender y a vivir la plena disponibilidad para realizar la voluntad de Dios”.
Las cifras hablan por si solas: Sevilla cuenta con 34 conventos de clausura, 130 comunidades de vida activa (Institutos seculares, Sociedades de Vida Apostólica). No obstante, el vicario episcopal de la Vida Consagrada instó a orar sin cesar por las vocaciones a la vida consagrada.
Del «¡Aquí estoy!» al «¡Aquí estamos!»
Los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, con su lema “Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad”, incluyen la plegaria evangélica “con la actitud de quien se sabe llamado por Dios”. Subrayan que, de este modo, la persona consagrada puede decir con plena conciencia y libertad: «¡Aquí estoy!». Más aún, quieren señalar que “el «¡Aquí estoy!», con toda su fuerza, se convierte en «¡Aquí estamos!». “No solo porque donde un cristiano dice «yo» está diciendo «nosotros», sino porque el nosotros eclesial y de Vida Consagrada del momento que vivimos nos invita a ofrecernos y disponernos a buscar, procurar y hacer la voluntad divina como comunidad, dentro del pueblo de Dios en camino”, afirman en el mensaje.
Perseverancia en el camino de seguimiento
María Huertas, hermana del Ángel de la Guarda, de Sevilla, a propósito de esta jornada, le diría a quienes se estén planteando la vocación a la vida religiosa, “que responder a la llamada del Señor es encontrar la verdadera felicidad. En el camino apasionante de búsqueda de la voluntad de Dios, descubres el sentido de tu vida, tu lugar en el mundo y el amor que te envuelve por completo”. Advierte que, “si hay algo que intuyes que viene de Dios, no dudes en seguir tirando del hilo, rezando para buscar desde Dios su don, el regalo que Dios tiene para ti”.
Huertas afirma que tuvo dudas y miedo, “hay mucho que desconocía de este mundo de la vida religiosa y me preguntaba: hoy siento que Dios está en mí, pero ¿qué ocurrirá mañana, seguiré sintiendo lo mismo? Y la respuesta la va dando Dios en la vida misma, porque después de 15 años, el Señor sigue estando ahí, llamándome, regalándome su amor… Él no juega con nosotros, su llamada permanece y nunca nos falla”.
Otros materiales
Además del mensaje de los obispos, la Comisión para la Vida Consagrada ha editado diversos materiales para facilitar la reflexión en torno a esta jornada. Incluye un folleto con testimonios de diversas religiosas y religiosos. Cada uno, desde su carisma, da gracias a Dios por su vocación y por «estar en estado permanente de misión». También se ofrecen dos subsidios litúrgicos, para el celebrante y para el monitor, y una estampa con la imagen de la campaña de este año.