Celebrando la semana próxima la fiesta de la conversión de San Pablo, presentamos hoy esta antigua imagen que representa al Apóstol de los gentiles con Antón de Arjona, el joven protagonista de la leyenda del milagro ocurrido en Écija en 1436.
La tradición nos asegura que Saulo de Tarso visitó la antigua ciudad de Astigi, hoy Écija, hacia el año 64 en su viaje a la península ibérica que se anuncia en la Carta a los Romanos (15, 24. 28) al referir que visitará la comunidad de Roma “de camino hacia España”. Astigi durante el siglo I era un importante núcleo de intensa actividad, en la que existía una destacada comunidad judía, cuya sinagoga estaba situada en la actual Iglesia de Santa Bárbara.
Según narra la tradición, las primeras convertidas al cristianismo por San Pablo fueron las hermanas Xantipe y Polixena, mujeres de destacada posición. En la Parroquia de Santa María se conservan las imágenes de estas santas cuya fiesta, según el martirologio romano, se celebra el 23 de septiembre. La conversión y bautismo de estas matronas propiciará la extensión del cristianismo por la ciudad y su comarca.
También se conserva la leyenda que cuenta que en la madrugada del 20 de febrero de 1436 se apareció San Pablo en Écija a un joven de catorce años llamado Antón de Arjona, a quien le encomendó que advirtiera a las autoridades locales acerca de la necesidad de que se convirtieran de sus pecados, especialmente no guardar las fiestas ni dar limosnas a los pobres, amenazando con mandar una epidemia de peste si no se corregían. Como signo para que el joven fuera creído, San Pablo le anudó los dedos de la mano derecha y le ordenó que se organizara una procesión hacia el Convento de San Pablo y Santo Domingo, donde después de celebrarse la Misa, Antón debía de pasar la mano por la cruz para sanar a la vista de todos. Como acción de gracias por la protección del Apóstol sobre la ciudad, el cabildo municipal formuló voto de acudir todos los años cada 25 de enero al citado convento en procesión y celebrar la Eucaristía, lo que se sigue realizando aún hoy, con la lectura del documento conservado en el Archivo Municipal, fechado el 18 de enero de 1575, que copia el original de 1436.
Este milagro es el que representa este conjunto escultórico de madera policromada que se encuentra en la Parroquia de Santa María de la Asunción, de autor anónimo y que puede fecharse en la primera mitad del siglo XVI. Muestra a Antón de Arjona acostado en la cama, tendiendo su mano a San Pablo, el cual de pie y vestido de blanco como cuenta la tradición, se dispone a unir los dedos del joven, mientras que en su otra mano sostiene un libro que representa su obra recogida en la Biblia. Destacan la mirada suplicante del niño, así como el semblante solemne y confiado del santo.
Antonio Rodríguez Babío
Delegado diocesano de Patrimonio Cultural
