El mes de mayo, tradicionalmente dedicado a la Virgen María, comienza con la fiesta de San José Obrero. En este año dedicado al esposo de la Virgen, presentamos la imagen que se encuentra en la Ermita de Santa Ana de Estepa.
El Evangelio de Mateo nos muestra que Jesús era conocido como “el hijo del carpintero” (cf. Mt 13,55), mientras que en Marcos vemos cómo es señalado como “el carpintero, el hijo de María” (cf. Mc 6,3), lo que nos indica que San José enseñó su oficio a su Hijo, cumpliendo así con la ley y la tradición familiar judía. Como indica el papa Francisco en la Patris Corde, de San José aprendió Jesús “el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo”.
Los apócrifos subrayan el oficio de José, gracias al cual la Sagrada Familia podía vivir, como señala la Historia de José el carpintero, un apócrifo cuyo origen podemos encontrarlo en los siglos IV o V. Otros apócrifos señalan cómo Jesús hizo varios milagros para solucionar errores derivados de la construcción de muebles, como sucedió con el trono que el rey de Jerusalén encargó a José, el cual equivocó las medidas, por lo que Jesús tuvo milagrosamente que alargar la madera, como nos cuenta el Evangelio Árabe de la Infancia.
En 1847 el Papa Pío IX establece la fiesta de San José como patrono de los trabajadores en el tercer domingo de Pascua, mientras que Pío X la traslada al miércoles anterior. Finalmente, Pío XII en 1955 fija la fiesta el 1 de mayo para hacerla coincidir con el día de los trabajadores, jornada reivindicativa y de homenaje a los trabajadores y sindicalistas ejecutados en Estados Unidos por participar en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 para conseguir la jornada laboral de ocho horas. Pío XII pretende así “cristianizar” esta jornada para resaltar la dignidad del trabajo y apoyar las justas reivindicaciones laborales, así como para mostrar la cercanía de la Iglesia con el mundo del trabajo, poniendo de ejemplo al artesano de Nazaret.
Esta imagen de San José Obrero que hoy presentamos, realizada en madera de cedro estofada y policromada, es obra del escultor e imaginero natural de Ronda Alberto Pérez Rojas, tallada en el año 2009 y se encuentra en la ermita de Santa Ana de Estepa. Pertenece a la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias y en su honor se celebra el 1 de mayo una romería hasta el paraje natural de Roya. Muestra a San José de pie, sosteniendo en su mano derecha una sierra de carpintero alusiva al oficio del Santo Patriarca, mientras que en su mano izquierda lleva la vara florecida, atributo tradicional de San José, que tiene su origen igualmente en los evangelios apócrifos. Destaca la calidad de los estofados que presenta tanto la túnica como el manto, así como la belleza y serenidad del rostro.
Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Cultural