La celebración del patrón de los escritores y periodistas, San Francisco de Sales, se ha adelantado este año un día. La capilla del monasterio de las Religiosas Salesas ha acogido la tradicional misa de una jornada en la que se recuerda la figura del doctor de la Iglesia que fuera obispo de Ginebra durante 21 años y precursor de la propagación de la fe a través de formatos populares de prensa.
El Arzobispo de Sevilla presidió la misa en la que participó un nutrido grupo de profesionales de la comunicación. En su homilía, glosó la figura de San Francisco de Sales, particularmente su invitación a la santidad, «que no consiste en hacer cosas raras, sino en participar de la santidad de Dios». Mons. Asenjo destacó que el patrón de los periodistas «no se conformó con mediocridad y amó a la Iglesia y a los fieles que le habían confiado hasta el heroísmo». En esta línea, aseguró que no fue «el típico obispo del barroco, hierático. Tenía -añadió- una insobornable alegría».
Dirigiéndose a los periodistas, el Arzobispo expresó su deseo de que «nunca os falte el pan y el trabajo». Concluyó su alocución manifestando que la Iglesia «necesita a los periodistas para que den aire a la excelente noticia que tenemos: Dios nos ama». Al final de la Eucaristía se expuso la reliquia del santo que se custodia en el citado monasterio.
(Foto: Paco Burgos).
