Retrato de D. Juan Nepomuceno Cascallana, Obispo de Málaga (Palacio Arzobispal de Sevilla)

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Acaba de comenzar el Año Picasso, con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento que se cumple en abril de este 2023. El Palacio Arzobispal de Sevilla conserva una obra de su tío, el artista malagueño Diego Ruiz Blasco, hermano de su padre, el también pintor José. Se trata de un retrato del obispo de Málaga don Juan Nepomuceno Cascallana y Ordóñez.

Esta obra que se conserva en el Palacio Arzobispal de Sevilla, si bien no tiene gran valor artístico, es reseñable por su relación con la familia del universal artista malagueño Pablo Ruiz Picasso. De hecho, fue un regalo de su tío, el sacerdote Pablo Ruiz Blasco, al obispo de Málaga don Juan Nepomuceno Cascallana y Ordóñez, realizado por otro de sus tíos, Diego, ambos hermanos de su padre, el también pintor José, que era el octavo de los once hijos que tuvieron los abuelos paternos de Picasso, Diego Ruiz de Almoguera y María de la Paz Blasco Echevarría.

Diego Ruíz Blasco nació en Málaga en 1830, muriendo en Cádiz en el año 1884. Fue secretario particular del duque de Osuna y al igual que su hermano José, fue pintor aficionado cuya producción consta sobre todo de bodegones, imágenes de santos y copias de obras de Velázquez y Rubens, entre otros.

Diego Ruiz realizó este retrato a instancias de su hermano Pablo, sacerdote nacido en 1833 también en Málaga, que había recibido clases de pintura con su hermano José, y que fue canónigo de la Catedral de Málaga, siendo también profesor del Seminario. Falleció en 1879, dos años antes del nacimiento de Picasso, quien, en recuerdo de su tío sacerdote, recibiría el nombre de Pablo.

La pintura aparece firmada y fechada en 1852, año en que Juan Nepomuceno Cascallana fue nombrado obispo de Málaga. Había nacido en Sevilla en 1785, siendo ordenado sacerdote tras estudiar en la Universidad de Osuna, de la que llegaría a ser rector; fue escogido como capellán mayor y predicador de la reina Isabel II en 1847, así como consejero de Estado y senador en 1853. Fue nombrado obispo de Astorga en 1850 y, como ya hemos señalado, obispo de Málaga dos años más tarde. Falleció en 1868, siendo enterrado en la Catedral malagueña.

La pintura, de modesta factura, nos muestra el busto del obispo ante un fondo compuesto de dos columnas y una cortina; aparece vestido con una muceta de color azul y portando además de la cruz pectoral varias condecoraciones, entre las que se distinguen la insignia de la Real Orden de Carlos III y la de la Orden de Isabel la Católica.

Antonio R. Babío

Delegado diocesano de Patrimonio Cultural

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