El Cabildo de la Catedral de Sevilla acomete su restauración. En el mes de septiembre comenzará la restauración integral del Retablo de la Purificación de la Virgen o del Mariscal Diego Caballero. La restauración tendrá una duración de 20 meses, ha sido adjudicada por concurso a la empresa Ágora S.L. y el informe-diagnóstico fue elaborado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) en 2006. El Cabildo sufragará el presupuesto completo de esta intervención que asciende a 305.055 euros.
Los trabajos de restauración comprenderán el tratamiento integral del retablo (8,83 metros de altura por 5,70 de ancho), la realización de una nueva estructura portante, la restauración de los restos de pintura mural conservada en la capilla, el frente de la sacristía, la mesa de altar con su frontal y el tratamiento de la bóveda. Durante el desarrollo de los trabajos continuará el tránsito de visitantes por esta capilla para acceder al Tesoro, Sala Capitular, Antecabildo y patio del Mariscal.
El retablo de la Purificación de la Virgen está situado en la capilla que dotó para su enterramiento Don Diego Caballero de la Rosa, Mariscal de la Isla La Española y Caballero Veinticuatro de Sevilla, quien contrató el retablo con los pintores Pedro de Campaña y Antonio de Alfián en enero de 1555. Estos artistas acordaron con Pedro de Becerril la realización de la arquitectura del retablo. El retablo renacentista de madera dorada, compuesto por tres calles, banco, ático y remate con doce tablas pintadas y dos esculturas fue colocado en la pared oriental de esta capilla en la primavera de 1556.
Dos años después, cuando comenzaron las obras de la Sala Capitular y Sala de Cuentas, el Cabildo intentó permutar el espacio de esta capilla para abrir una puerta en la pared donde se encontraba el retablo y su altar. Don Diego Caballero se negó a permutar la capilla, el Cabildo abrió la puerta sin su permiso y los propietarios llevaron a cabo varios pleitos y reclamaciones continuadas. Estas circunstancias obligaron a cambiar la posición del altar y su retablo que reinstalaron y adaptaron a la pared que ocupa actualmente en 1560.
La primera intervención del retablo está documentada a finales del siglo XIX. En 1880 los pintores Eduardo Cano, miembro de la Academia de San Fernando, y Manuel Wssel supervisaron la restauración que realizó Don Manuel Lucena, concluida en 1883. En la década de 1990 se elaboraron informes para su conservación y a partir de 1998 dos préstamos a exposiciones generaron restauraciones en varias de sus pinturas sobre tabla. La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía sufragó la restauración de la “Imposición de la casulla a San Ildefonso” y de los dos retratos de los patronos para su exposición en la muestra “Velásquez y Sevilla” en 1999. La cesión temporal de mismos retratos al Museo del Prado generó la restauración de la gran tabla central de la “Purificación de la Virgen” en sus talleres.
En otoño de 2008, el Museo de Bellas Artes de Sevilla acogerá como obras invitadas los retratos de los familiares de Don Diego Caballero y Doña Mendía de Cabrera junto con la “Imposición de la Casulla a San Ildefonso”. Simultáneamente, el Museo del Prado expondrá la tabla central de la “Purificación de la Virgen” y mostrará el delicado proceso de su restauración varios meses. Las cuatro tablas restauradas estarán expuestas en el Museo de Bellas Artes de Sevilla hasta la primavera de 2010, cuando queden instaladas nuevamente en el retablo restaurado.
