El Arzobispo de Sevilla y el Obispo auxiliar compartieron el pasado jueves un retiro con treinta y cinco sacerdotes ordenados en los últimos cinco años, en el curso del cual se presentó el Proyecto Raquel.
La organización corrió a cargo de los delegados diocesanos de Familia y Vida, Mª Dolores Sánchez-Campa y Juan Manuel Granado. El retiro se dividió en tres bloques:
El primero, impartido por la ginecóloga Ana Mará Lizaur, trató sobre los modos de abortar, una cuestión que, tal como reconocen los delegados de Familia y Vida, “es dura y desagradable, pero necesaria conocer”. Además, se plantearon algunas preguntas que pueden inquietar a la mujer antes de tomar la decisión, así como del síndrome post-aborto.
El segundo bloque versó sobre el Proyecto Raquel y sus diez etapas de sanación. En esta ocasión fue María Pemán, colaboradora de la Delegación de Familia y Vida, quien expuso la disertación. Este bloque terminó con el testimonio de María Albendea, una consejera del Proyecto Raquel que acompaña a las mujeres que sufren el síndrome post-aborto.
Por último, el director espiritual del Proyecto y rector del Seminario Mayor, Antero Pascual, habló sobre “El ministerio del sacerdote” en esta cuestión y facilitó documentación relacionada a los asistentes. En su disertación abordó el Magisterio de la Iglesia Católica sobre el aborto, el sacramento de la Reconciliación y el acompañamiento ante el riesgo de aborto debido a un diagnóstico prenatal adverso. Al respecto, los delegados de Familia y Vida aseguraron que “los sacerdotes son primordiales para el ministerio post-aborto. A través del sacramento de la Reconciliación y del acompañamiento pastoral, los sacerdotes ayudan a restaurar la salud espiritual, emocional y mental de aquellos heridos por el pecado del aborto y a asistirlos en el camino de la conversión y la sanación”.
El encuentro finalizó con un coloquio ameno y participativo en el que Sánchez-Campa y Granado explicaron la situación en España y, más concretamente, en la Archidiócesis de Sevilla, ante el aborto y el síndrome post-aborto.