El impulso renovador del Concilio Vaticano II, así como los cambios culturales y políticos que se experimentaron en España a finales de la década de los sesenta y comienzo de los setenta del siglo pasado, explican el marco social y eclesial que acompañó el nacimiento de una iniciativa colegial surgida en las diócesis del Sur de España: la Asamblea de Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Sevilla y Granada.
La primera reunión de esta asamblea tuvo lugar en la localidad cordobesa de Montilla, del 1 al 3 de mayo de 1970, bajo la presidencia del entonces Cardenal arzobispo de Sevilla, José María Bueno Monreal. La elección de este enclave estuvo cargada de simbolismo, ya que allí reposan desde 1569 los restos del apóstol de Andalucía, san Juan de Ávila. Entre aquel encuentro fundacional y la asamblea más reciente –la número 142, celebrada en Córdoba bajo la presidencia del Arzobispo de Granada, monseñor Francisco Javier Martínez– han pasado casi cuarenta y nueve años, un tiempo suficiente para calibrar los resultados de este trabajo conjunto.
La asamblea la componen los arzobispos y obispos de las dos provincias eclesiásticas. Por un lado, las sedes de Sevilla, Huelva, Córdoba, Cádiz y Ceuta, Asidonia-Jerez, Canarias y Tenerife. Por otro, las de Granada, Guadix-Baza, Málaga, Jaén, Almería y Cartagena.
Como recordaba Antonio Hiraldo, el que fuera secretario de la asamblea durante treinta y cuatro años –el sacerdote Teodoro León le sucedió en 2017-, el episcopado español inició a comienzos de los setenta “una nueva etapa de comunión apostólica desde el ámbito de la Conferencia Episcopal Española a raíz del Concilio Vaticano II. En este contexto –añade- hizo su andadura la Asamblea de los Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Sevilla y Granada”.
Respuestas a necesidades comunes
Al igual que sucede con la Conferencia Episcopal, este organismo regional no es un ente de gobierno supradiocesano (circunstancia esta que no termina de calar en el argumentario colectivo, a la vista de algunas informaciones y artículos de opinión). Esto no impide que por la mesa de la asamblea pasen todo tipo de asuntos de interés común, situaciones que merecen una reflexión colegial de la que se derive una orientación a la luz del magisterio de la Iglesia. En 1989, la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) recogió en una publicación los documentos colectivos de la asamblea del Sur de España en sus primeros dieciocho años de actividad. El volumen sirvió para calibrar los asuntos que habían centrado el trabajo conjunto de los obispos de Andalucía. Así, el catolicismo popular, la formación en los seminarios, la catequesis a todos los niveles, la pastoral familiar, la enseñanza, la participación política y, por supuesto, el ámbito de las hermandades y cofradías, fueron los temas más recurrentes en la mesa de los obispos. Este análisis de 1989 es perfectamente extrapolable a los textos emanados hasta nuestros días.
Al cumplirse la mayoría de edad de la asamblea, el entonces nuncio apostólico en España, monseñor Mario Tagliaferri, subrayó que la colaboración de los Obispos del Sur, como guías y educadores de la fe, “se expresa con acciones pastorales encaminadas a proyectar en el propio territorio las enseñanzas y directrices pontificias, o bien responden a situaciones y necesidades concretas u ofrecen soluciones a problemas, unas y otros comunes”. Esta es la razón de ser de estos organismos.
La asamblea es noticia
La actividad episcopal conjunta ha propiciado que la asamblea, conforme se iba consolidando, fuera considerada un ente generador de noticias. Esta situación ha sido atendida desde sus inicios a través de uno de los organismos regionales: ODISUR, la Oficina de Información de los Obispos del Sur de España (uno de sus directores fue el actual Arzobispo castrense, monseñor Juan del Río), cuya sede se encuentra actualmente en la Curia de Granada. Pero no es el único. Los obispos andaluces cuentan además con secretarías técnicas de Enseñanza, Pastoral Social y Pastoral de la Salud, a las que se añade la subdelegación para el Patrimonio Cultural. Además, cada obispo está delegado por la asamblea para la coordinación de un área de trabajo.
La actividad de los Obispos del Sur de España no se limita a las asambleas periódicas. Se trata de una institución siempre atenta a lo que requieren la sociedad y la Iglesia andaluzas, y, como consecuencia, no resulta extraño que emitan comunicados con los que salen al paso de situaciones extraordinarias. Toda la actualidad en torno a la Asamblea de Obispos del Sur puede consultarse en el sitio web de su Oficina de Información: www.odisur.es.
