La Iglesia, siguiendo el mandato misionero de Jesús, insta a los bautizados a predicar el Evangelio por todo el mundo. En pleno siglo XXI esto resulta más fácil que nunca, al menos, en cuanto a medios técnicos se refiere.
La evangelización digital, por tanto, se presenta como una oportunidad que puede cumplir el anhelo que el papa Francisco confesaba en su primera exhortación apostólica, Evangelii gaudium: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se conviertan en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación”.
En efecto, “la presencia en las redes es esencial para anunciar el Evangelio a nuestros coetáneos en pleno tercer milenio”, asegura el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses en su carta pastoral ‘Mira hago nueva todas las cosas’, publicada a finales de 2022.
Él mismo predica con el ejemplo, ya que desde hace más de diez años gestiona un perfil en la antigua red social Twitter (hoy X) en el que tiene casi 20.000 seguidores. Más recientemente abrió una cuenta en Instagram (en ambas @arzobisposaiz), que en apenas un año suma más de 2.600 seguidores y gracias a sus reels, posts e historias tiene un alcance de más de 20.000 cuentas.
En estos perfiles comparte diariamente reflexiones pastorales, sube extractos de sus escritos más significativos, se hace eco de informaciones de otras instituciones o entidades afines y muestra su opinión sobre algunos temas de actualidad.
Al respecto, defiende que “hemos de ofrecer sentido sobrenatural y cristiano a las conciencias de nuestros contemporáneos, que están presentes e interactúan en estos foros. Twitter, Facebook, Instagram, TikTok, Twitch y demás plataformas, no nos deben ser ajenas: hemos de ser misioneros digitales, apóstoles desde los bits”.
Ante esta realidad cambiante, que sufre rápida y profundas transformaciones, el arzobispo exhorta a hacer “un gran ejercicio de adaptación y nuevas respuestas; en cuanto a los areópagos modernos, no cabe duda de que ponen a prueba toda nuestra creatividad misionera”. En este sentido, insiste en que “la cultura de las redes sociales y los cambios en las formas y estilos de la comunicación suponen todo un desafío, pero el uso de estos nuevos lenguajes es necesario para que el Evangelio encuentre nuevas formas de expresión que puedan llegar a las mentes y los corazones de las personas. Las redes sociales son un factor de desarrollo humano, y ofrecen al hombre de hoy ocasiones para orar, meditar y compartir la Palabra de Dios”.
Más allá de las redes
El interés comunicativo de monseñor Saiz no se agota en sus perfiles en redes sociales, sino que siempre se ha mostrado partidario de ofrecer una información transparente y sincera de la vida de la Iglesia local, a través tanto de los propios medios diocesanos, como en los medios generalistas.
La web diocesana, además, alberga sus escritos y homilías, un resumen de su biografía y currículum, la explicación de su lema y escudo episcopal, y hay acceso a todas las noticias relacionadas con el arzobispo y las entrevistas que ha ido realizando los últimos años como prelado hispalense.
En definitiva, apunta don José Ángel Saiz, “el desarrollo del mundo digital constituye un gran recurso, una gran oportunidad, un horizonte pastoral nuevo, sin fronteras, que nos invita a ser testigos del Señor y dar respuesta a los nuevos desafíos. No hemos de tener miedo a las nuevas tecnologías, al contrario, hemos de estar presentes, porque son medios que el Señor pone a nuestra disposición para descubrir, aprender, comunicar, para anunciar el Evangelio, la salvación de Nuestro Señor Jesucristo”.