La jornada que se ha vivido esta mañana en la nave del Crucero de la Catedral de Sevilla puede calificarse como emotiva, cálida y fraternal. Allí se ha dado cita una amplia representación del clero de la Archidiócesis, al reclamo de la memoria de san Juan de Ávila, patrono del clero secular, cuya festividad se celebró el pasado lunes, día 10.
El rector del Seminario, Antero Pascual, ha sido el encargado de inaugurar la jornada, con una ponencia en la que ha glosado la vida y legado de san Juan de Ávila. El ponente ha propuesto la amistad con Dios como base de un ministerio fecundo: “Es necesario edificar en cada sacerdote un deseo de encontrar a Dios teniendo con él una misma amistad”. Recogiendo el magisterio del apóstol de Andalucía, Pascual ha terminado la conferencia aconsejado a sus hermanos sacerdotes que “evitemos la dispersión en multitud de actividades”.
Posteriormente se ha celebrado la Eucaristía, que ha presidido monseñor Asenjo. ha comenzado su homilía afirmando que “venimos a la Catedral para declarar en voz alta nuestra alegría por ser sacerdote. Ser sacerdote como él -en alusión al maestro Ávila- merece la pena”. A continuación ha señalado a los sacerdotes presentes que “todos estamos llamados a la santidad más grande, no tenemos otra vocación mejor en la tierra”.
“Nos viene un pastor excelente”
Mons. Asenjo ha resumido los pilares de la santidad sacerdotal: “necesidad imperiosa de oración, amor a la Cruz (no podemos ser sacerdotes huyendo de la Cruz) y entrega a los fieles”. Antes de concluir la Misa, ha aprovechado para despedirse del clero sevillano: “Acepto lo que el Señor ha puesto en mi vida, y lo ofrezco”, y ha pedido perdón a los sacerdotes de Sevilla “si os he ofendido, por mis acciones u omisiones menos edificantes, perdonadme de corazón”. También ha tenido palabras para su sucesor en la sede hispalense, monseñor Saiz Meneses: “Hemos tenido mucha suerte, nos viene un pastor excelente”.
Tiempo de homenajes
Como cada año en esta fecha, se ha homenajeado a los sacerdotes que este año cumplen sus bodas de plata y oro, haciéndoles entrega de un obsequio, una reproducción de la Virgen de los Reyes para los curas que se ordenaron hace 50 años, y del Cristo del Millón (que remata la reja del Altar Mayor de la seo) para los que celebran ahora su 25º aniversario sacerdotal. Antes de concluir, el diácono de menor edad ha hecho entrega de un obsequio a monseñor Asenjo como agradecimiento del clero sevillano por su episcopado en Sevilla: un cuadro con la oración sacerdotal del Evangelio de San Juan.
Galería fotográfica del acto.