El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, ha destacado esta mañana el ejemplo de transparencia y eficacia en la gestión de las cuentas diocesanas. Concretamente, ha señalado que la Archidiócesis de Sevilla impulsó hace años un modelo de transparencia de su actividad económica que ha sido modelo para otras instancias eclesiales en España.
En la rueda de prensa de presentación de la Información Económica 2022, monseñor Saiz ha destacado las aportaciones voluntarias de los fieles como el principal ingreso de la Iglesia en Sevilla, una partida que ha experimentado un aumento en dos millones y medio respecto a 2021.
Aportación de las hermandades
Igualmente, ha subrayado que la aportación de las hermandades al Fondo Común Diocesano “no es un tributo ni un peaje, es un signo de fraternidad y comunión”. Esta partida ascendió en 2022 a 142.025 euros, con un ligero aumento respecto a las aportaciones del ejercicio anterior.
También ha tenido palabras de agradecimiento s los sevillanos, por su respaldo a la Iglesia a través del IRPF: “En el último año, casi la mitad de las declaraciones de la renta que se hicieron en Sevilla pusieron la equis en la casilla de la Iglesia”, recordó.
Por su parte, el ecónomo diocesano, Alberto Benito ha comenzado su intervención haciendo memoria de los ejercicios complicados por culpa de la pandemia y de la crisis posterior: “Hemos vivido una de las peores crisis (…) y a pesar de ello es una buena noticia la recuperación del nivel prepandémico. Los mecanismos de ajuste económico de la Archidiócesis han funcionado”.
Cuentas auditadas
El ecónomo diocesano de Sevilla ha destacado el “trabajo ingente y en equipo que se hace en la Archidiócesis, en aras de la transparencia, austeridad y control de los recursos”. Las cuentas de la Archidiócesis han sido remitidas a la Conferencia Episcopal Española y auditadas por Price Waterhouse Coopers en aplicación de la Ley de Transparencia.
Benito ha pasado revista a las cifras que muestran la ingente labor pastoral y social de la Iglesia en Sevilla, y se ha detenido en la asignación del presbiterio sevillano: “que los sacerdotes tengan una vida digna es una de las preocupaciones de la Archidiócesis”. En la actualidad cobran en torno a 900 euros. Por otro lado, ha anunciado que la aportación económica del Cabildo Catedral posibilitará este año la reforma de unas quince iglesias en la Archidiócesis.
Finalmente, el arzobispo ha afirmado que “las cuentas son frías, pero en el fondo hay un alma, un espíritu. Esa dimensión patrimonial de la acción eclesial, para un pastor que viene a esta Archidiócesis, es para estar agradecido a Nuestro Señor y a la familia diocesana”.