En agosto de 1948, un grupo de jóvenes de Acción Católica peregrinaban a Santiago de Compostela. No fue una iniciativa más en torno al Camino de Santiago, ya que de esa experiencia surgió un movimiento que ahora cumple setenta y cinco años. Nació en Mallorca y se ha extendido por todo el mundo, con una presencia destacada en el panorama del laicado asociado de la Archidiócesis de Sevilla. Son los Cursillos de Cristiandad.
Con motivo de esta celebración, el arzobispo de Sevilla y asesor espiritual del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC), monseñor Saiz Meneses, ha difundido un vídeo en el que rememora aquella peregrinación y expone la aportación que suponen los Cursillos en el panorama del apostolado seglar. Como él mismo destaca en su alocución, estamos ante un movimiento eclesial de primer anuncio, de proclamación del kerigma.
El arzobispo de Sevilla, con varias obras en su haber dedicadas al MCC, recupera en este vídeo las figuras de tres personas claves en la implantación de los Cursillos: Sebastián Gayá, consiliario diocesano, Eduardo Bonnín y monseñor Juan Hervás. El arzobispo rememora el discurso de Gayá desde el balcón del ayuntamiento mallorquín, donde pronunció unas palabras que llegan a nuestros días, recién terminada la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, con absoluta actualidad: “Fuimos a Santiago setecientos peregrinos, volvemos setecientos apóstoles ara iniciar la marcha de la conquista de la juventud”. “La misión del Movimiento de Cursillos de Cristiandad- asegura monseñor Saiz- se sitúa en el kerigma, en el primer anuncio”.
