El Arzobispo de Sevilla ha participado en una sesión formativa organizada por la Hermandad de San Gonzalo como preparación a la coronación canónica que se celebrará el próximo 14 de octubre. Bajo el lema ‘Hermandades y cofradías: identidad y misión’, monseñor Asenjo Pelegrina ha analizado la importancia de estas corporaciones en “el modo peculiar de vivir la fe en esta tierra”, hasta el punto de considerar que “para el Arzobispo de Sevilla las hermandades no son algo periférico o simplemente pintoresco en la vida de su Archidiócesis, ni algo tangencial en su ministerio, sino una realidad importante que pertenece esencialmente al alma de la Iglesia particular a la que sirve”.
Monseñor Asenjo ha hecho especial hincapié en el concepto de hermandad: “a lo largo de la historia han sido para muchos creyentes camino de santificación, estímulo para amar a Jesucristo, a la Iglesia y a sus hermanos, y así tiene que seguir siendo”, ha subrayado. A continuación, ha llamado la atención acerca del peligro de la secularización, sobre todo la interna, “que acentúa casi exclusivamente el carácter prevalentemente cultural de las hermandades”. A su juicio, esta deriva supone “una notable perversión de los fines originales de las hermandades”.
Además, ha distinguido entre “lo importante y lo decisivo”, y ha afirmado que la dimensión cultural de este fenómeno no es lo más relevante: “si las hermandades fueran solo cultura, aspecto éste que valoran especialmente los medios de comunicación social, yo os aseguro que el Arzobispo que os habla tendría escaso interés por este mundo”. “La fachada externa –ha añadido- sólo se justifica y legitima si se asegura lo que constituye el núcleo más profundo de la vida de estas instituciones”.
