Los mineros de Boliden (empresa que explotaba la mina de Azanalcóllar) abandonaron ayer el encierro que mantenían en el interior de la Catedral de Sevilla durante 149 días, en protesta por la ausencia de soluciones al conflicto laboral generado tras la marcha de la empresa minera. En declaraciones a la agencia Efe, los veinte mineros que protagonizaban el encierro se resignaron a terminar su protesta en el templo metropolitano al no hayar "soluciones completas" a sus demandas en la Junta de Andalucía, si bien advirtieron que continuarán sus movilizaciones si la situación continúa igual.
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