Esta tarde se inicia en la Capilla de la Inmaculada Concepción el proceso diocesano sobre la vida, virtudes y fama de santidad de la sierva de Dios Madre Belén, religiosa sevillana de las Esclavas del Divino Corazón.
María Dolores Romero Algarín nació en pleno centro de Sevilla, concretamente en las Siete Revueltas, e ingresó en las Esclavas a los 21 años. Su aspiración fue siempre estar junto a los más necesitados, reto al que dio debido cumplimiento en los diversos destinos y responsabilidades que tuvo durante los 39 años de vida religiosa. Una etapa para la que cambió su nombre por el de Madre Belén.
En Sevilla y las misiones
Aracena, Linares, las barriadas sevillanas del Cerro del Águila y Valdezorras, o las misiones que las Esclavas fundaron en Goia y Volta Redonda, fueron algunos de los lugares donde Madre Belén se entregó por entero a los más desprotegidos. Además, fue consejera general, superiora regional de España-Norte y superiora de la comunidad de Sanlúcar la Mayor.
El acto de esta tarde será presidido por el arzobispo, mons. Juan José Asenjo, y comenzará a las siete de la tarde.