El Arzobispo de Sevilla ha celebrado esta mañana la Eucaristía por el día de San Esteban, patrono y protector de los diáconos permanentes. En la Misa han participado alrededor de 25 personas.
Durante la homilía, monseñor Asenjo ha comenzado disertando sobre el verdadero significado de la Navidad para, posteriormente, aterrizar en la figura de San Esteban. A partir de ésta ha animado a los diáconos permanentes a “transmitir con valentía a Cristo” y ha recalcado que “este santo murió perdonando”. Por último, ha impartido su bendición a los hombres que desempeñan esta valiosa vocación y a sus familias.
El diaconado permanente
La Archidiócesis hispalense es la diócesis española con mayor número de diáconos permanentes, concretamente con 62 hombres –generalmente casados- entre los 48 y 89 años cuya principal misión es servir a la Iglesia local.
El proceso formativo de los candidatos comienza con una carta que envían al Arzobispo cuando creen haber recibido esta vocación. Entonces comienza un proceso de discernimiento (año propedéutico) acompañado por el sacerdote Antonio Bueno. Una vez confirmada esta vocación, los candidatos completan sus estudios en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas y participan en reuniones, actividades y retiros que se suman a esta formación. Tras seis años, y contando con el consentimiento de la familia, son ordenados. A partir de entonces, se ponen a disposición de los Obispos que le asignan un destino donde desarrollan su ministerio, que no es otro que seguir la premisa que asegura que “en el Reino de Dios, servir es reinar”.